ARGENTINA- Elecciones, dólares y ajuste: Frente al abismo de la realidad, organizar el pesimismo/ Ver- Entrevista a Alejandro Horowicz en BROTES VERDES – Parte 2

21OCT23 

 

Por MARIANO FÉLIZ*

 

A pocas horas de la elección nacional el resultado es más incierto que nunca. El domingo a la noche sabremos algo más sobre el futuro de los próximos dos meses, o años. La crisis de la economía argentina empeorará antes de, con suerte, mejorar. Lo único que sabemos es que con lucha y con paciencia iremos construyendo la necesaria resistencia.

El resultado electoral del domingo abrirá una nueva etapa en el ciclo histórico del país. Si gana el demente, el lunes es casi seguro que se acelere la corrida cambiaria. Eso comienza el mismo domingo a la noche, con presiones devaluacionistas en los mercados paralelos del bitcoin. Si todo concluye ahí, la corrida será mayúscula, con un dólar sin techo. Al fin y al cabo, su propuesta es dolarizar como sea, “cuanto más alto sea el dólar, más fácil dolarizar”. Lo que no dijo es que eso significa bajar los salarios, los ingresos populares y el presupuesto público a valores minúsculas. 

La única opción alternativa probable en este momento, un balotaje, abrirá un horizonte menos turbulento, pero no será un jardín de rosas. El viceministro de economía actual dijo que buscarán mantener el dólar oficial hasta mediados de noviembre; el potencial ministro de otra candidata afirmó la necesidad de una devaluación de al menos 40% ya mismo.

En cualquier caso, el gobierno cuenta con pocas herramientas para contener tormentas o vendavales. Sumó 6500 millones de dólares (en yuanes) a las reservas (aumentando la deuda con el Estado chino) y anunció que la semana próxima pagará “anticipadamente” todos los vencimientos de la deuda con el FMI que se devengarán hasta fin de año (cerca de 3000 millones de dólares). Seguramente, los pague con los yuanes recién llegados, ahorrando dólares para controlar -hasta donde pueda- el mercado cambiario. En paralelo, abrirá la canilla para que los importadores hagan frente a sus obligaciones, aflojando el torniquete que estaba llevando la economía al estancamiento.

Asimismo, seguramente continúen las regulaciones oficiales sobre los mercados paralelos para reducir al mínimo (no a cero) las acciones especulativas y de cobertura que pongan presión ascendente sobre la divisa extranjera. La persecución judicial y fiscal sobre los actores más turbios del mercado cambiario continuará. Es un dato positivo que el Estado haya descubierto la existencia (¿no sabían?) de estos agentes del lavado de activos vinculados al narco, la venta de armas, y la trata de personas, pero también a la compra-venta de activos inmobiliarios, autos, la elusión de impuestos y la fuga de capitales por otros medios.

La situación es tan crítica que lo único en debate es cómo sostener el dólar en un sendero previsible y manejable para evitar la multiplicación de la inflación. El viernes 20 de octubre el dolar blue desapareció de la escena mientras se disparó el (legal) dolar CCL (Contado con Liquidación) utilizado por las empresas para dolarizar sus activos financieros: ¡llegó a 1110 $ por dólar, subiendo 16% en un sólo día!

La pregunta para el gobierno es cómo llegar al 10 de diciembre. El trasfondo es una economía que navega a tasas irritantes de crecimiento de los precios, con incrementos atroces de la pobreza y la indigencia en todo el país, en una economía que crea básicamente empleos precarios y mal pagos y superexplotados el trabajo de reproducción y cuidados no remunerado, mientras destruye de manera creciente los bienes comunes.

En ese contexto, las fuerzas políticas con posibilidades de ganar la elección presidencial lo único que proponen y garantizan es el ajuste, más rápida o más lentamente, con ruido de motosierras o en sordina.

El Partido Nacional del Ajuste, como lo denomina Alejandro Horowicz, ya ganó. La pregunta es si ese triunfo significará un quiebre del empate hegemónico que, con más y con menos, atraviesa la sociedad argentina. La duda es si el conjunto del pueblo trabajador está en condiciones de continuar resistiendo luego de una década de guerra de desgaste impulsada por el capital. La pregunta es si la implosión social que atravesamos, que expresa frustración y angustia, podrá transformarse en energia política en favor de un programa de cambio radical más allá del capitalismo en todas sus versiones. O sí, mal que nos pese, se abre una época de fragmentación política y social persistente.

La respuesta a estos interrogantes dependerán de que como pueblo en lucha podamos avanzar en la construcción de una fuerza común de resistencia, que sirva para proyectar la organización del pesimismo hacia la construcción un proyecto colectivo de mayorías. Más allá de la elección esa será la tarea urgente.

 

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*MARIANO FÉLIZ: Profesor UNLP. Investigador CONICET. Integrante de COMUNA (Colectiva en Movimiento por Una Universidad Nuestramericana) y de la colectiva Al Borde (Construyendo Pensamiento Indisciplinado). Forma parte de la Sociedad de Economía Crítica de Argentina y Uruguay (SEC) y integra el Comité Editorial de su revista Cuadernos de Economía Crítica). Es investigador asociado del IRGAC (International Research Group on Authoritarianism and Counter-Strategies) de la Rosa Luxemburg Stiftung. Correo electrónico: [email protected]

 

Fuente: Tramas- PERIODISMO EN MOVIMIENTO

 

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Entrevista a Alejandro Horowicz en BROTES VERDES – Parte 2

 

 

 

 

 

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