ARGENTINA- Modesto Emilio Guerrero*: Tres señales de una elección incierta

11 Agosto, 2023

Modesto Emilio Guerrero*
Las PASO de este domingo contiene los tres fenómenos de mayor interés en esta fase politica del país.
El primero es el rechazo popular ampliado a toda la “clase politica nacional”, es decir, todos los/las politicos que huelen a tradición y gobiernos desde 2005 hasta hoy, o sea, dos largas décadas.
El segundo es la consolidación de una fuerza activa de la derecha más ultra,  siguiendo el ritmo intenacional de derechización manifestado en términos sociales y electorales en Europa, Norteamérica y varios países latinoamericanos, aunque en este continente las expresiones ultra derechistas sean menos estables.
El último aspecto que cruza estas elecciones es quizá lo mas novedoso en terminos politico historicos. Se trata de la hipótesis según la cual se ha iniciado el ciclo final del peronismo.
Los tres fenomenos están relacionados, aunque no tengan el mismo peso social ni politico.
No puede ser casual que la muerte de una niña de 11 años  tras un robo con un golpe al esófago, haya tenido la fuerza de desviar el curso “normal” de la campaña electoral. Todos los partidos tuvieron que paralizar el proselitismo. Aunque aun no se sabe cuanto modificará el escenario, abre dos posibilidades:  A, que el asesinato refuerce el estado de opinión punitivista que promueven la candidata ultraderechista Patricia Bulrich y el peronista ex carapintada y militarista llamado Cúneo;
B, que refuerce la opinión anti derechista que favorezca al kirchnerismo, debido  al hecho simple de que el horrible crimen ocurrió en un Municipio gobernado por dos hombres de Patricia Bulrich y Macri.
Aunque esa duda no está despejada, el hecho sirvió para mostrar que el escenario es altamente sensitivo y dislocante.
Aun con esta incógnita a tres días de las Paso, las tres tendencias iniciales siguen su curso.
Todos los estudios de opinión consultados muestran que más del 40% de electorado probable está cansado, hastiado, de “los politicos“, sean de derecha, de izquierda moderada o peronistas. Incluye a Cristina Fernández, quien decidió rifar su enorme caudal social y electoral sosteniendo a un candidato favorito de la Embajada yanqui.
Quizá estemos en presencia del final politico de la figura más icónica del peronismo en su versión k.  Salvo que el imperialismo le de aire en un cargo rutilante en la ONU.
Ese estado de opinión tiene un solo precedente:  2000 al 2002 cuando la abstención se expresó masivamente. Aquel breve periodo de colapso político nacional fue atravesado y definido por una insurrección nacional semi espontánea, con una amplia vanguardia social militante, de clase media y pobre al frente.
La actual realidad social y económica y su correspondiente estado de opinión promedio se parece al del 2001, con la diferencia de que hoy la insurreccion está excluida de la ecuacion social.  El rechazo  de 2001 a la “clase politica” se diferencia del actual en que hace 20 años fue activo y politizado. Produjo, por ejemplo, el fenomeno electoral de Luis Zamora, el candidato trotskista del morenismo, que ganó más de 10 diputados y sobre todo del surgimiento de los poderosos movimientos sociales piqueteros… ademas del tipo de gobierno progresista de Néstor Kirchner.
Esta vez no habrá insurrección y la reacción aparece sobre la ecuación que advirtiera Trotsky en 1924 de “Desesperanza y fascismo“. Aunque ese fascismo en Argentina no pasa de su anuncio electoral.
La base es que más de 6 millones de familas pobres (unas 24 millones de personas) que reciben alimentacion regular y gratuita mediante bolsa de comida quincenales repartidos por el Estado mediante las organizaciones piqueteras y otras.  Esa comida y casi una decena de Planes Sociales institucionalizados, calman por ahora los jugos gástricos y la necesidad de rebelión.
Toda la desesperacion y el odio social por la desbocada inflación y destrucción salarial, ha sido encarrilada hacia el voto. Pero el voto se les escapa por la derecha.  El 40% de la población pobre y de la baja clase media profesional, no fue seducida por la salida electoral.
Tal  contradicción abre caminos inesperados en terminos de la lucha de clases y posibles crisis politicas.
Patricia Bullrich (favorita en las encuestas) y Javier Milei (con el 16%), más otros tres candidatos menores como Biondini, (jefe del pequeño partido pro nazi de Argentina), se atrevieron esta vez a dar la cara y desafiar al sistema político tradicional. Eso no lo habian hecho desde hace más de dos décadas o más lejos aun.
Patricia, ex ministra de Macri, promete llevar hasta el final lo que el empresario y mafioso fue incapaz por pusilanime.
Ella promete bala a los movimientos piqueteros, a la izquierda trotskista y a cualquiera fuerza que ocupe las calles. Cuenta con el respaldo de una parte importante del pequeño imperio de Israel y por esa via con el aval cauteloso de alguna fracción del trumpismo antiglobalista yanqui.
El aparato politico central bipartidista norteamwricano apuestan a Bullrich y a Massa siendo distintos. Massa, ficha de Cristina cuenta con el aval de la derecha de Florida, no aun la concentrada en Washington y New York.   En cambio, Patricia Bullrich tiene conexiones indirectas con el AIPAC la entidad sionista de ambas capitales.
Milei, un cavernario de ultra derecha, fue creado en pocos meses como un globo de ensayo para testear y crear le estado de opinión derechista. Hay señales reiteradas de que esta siendo abandonado a su suerte por sus creadores: los diarios y televisoras de Clarin, Infobae y La Nación. Aun asi, el globito de ensayo quedó instalado en el 16% de capas juveniles de la Capital y municipios del Gran Buenos Aires.
Este sustrato social es lo que mantiene al peronismo de Cristina Fernández y al otro peronismo, en una crisis que parece irresoluble.
Ese estado de cosas mantiene a los pobres de la Provincia de Buenos Aires (con  más de 19 millones de habitantes, el 40% del padrón electoral) y a otras provincias ex industriales y ex semi prósperas (Rosario, Mendoza, Chaco, Cordoba y otras) en estados de angustia que esta vez han decidido resolverlas por la derecha.
Esa misma reacción social de desesperanza limita las posibilidades de la izquierda peronista, concentrada en Juan Grabois, un dirigente social poderoso apoyado por el Papa.
Pero tambien limita a la izquierda trotskista, cuya fuerza electoral sigue creciendo en provincias pobres y alejadas, sin que esas buenas cosechas de diputados regionales y municipales, además de muchos nuevos delegados sindicales, se traslade al voto nacional que solo se concentra en sus tres candidaturas presidenciales.
Algunos estudios no tendenciosos opinan que tanto Grabois como el trotskismo ganaran espacio en este marco de desesperanza, pero no al ritmo ni en la escala de Milei y Bulrich.
De ese despeñadero social, solo parece surgir un dato progresivo en terminos de ciclo historico en este país.
Se trata de la señal según la cual, el peronismo en su conjunto (incluido el kirchnerismo), el unico movimiento nacional sobreviviente de los nacidos durante la Postguerra, haya comenzado su curva final. Una curva que será distinta  a la recorrida por el PRI (México), AD (Venezuela), el APRA (Perú), el Varguismo brasileño o el MNR boliviano.
Esta hipotesis, que es el sueño más viejo del trotkismo argentino, no está negada ni probada, pero es la primera vez que entra en la agenda politica desde la Guerra de Malvinas y el masivo triunfo radical de Ricardo Alfonsin.
Quizá las dos expresiones que sostienen esta hipotesis, sean las conductas de dos personajes distintos del kirchnerismo: Cristina Fernández, La Jefa, y Guillermo Moreno, quien fue su poderoso Secretario de Comercio hasta 2015.
Son distintos, casi opuestos dentro del peronismo, pero ambos contienen hoy las mismas señales de la fatalidad peronista.
Ella, en forma de drama politico y humano porque  es la autora del gobierno más rechazado (el actual de A. Fernandez) desde el segundo de Menem o el de Alfonsin antes.
Ese fracaso personal lo multiplicó con la imposición de la candidatura de Sergio Massa, el actual candidato del kirchnerismo contra Grabois.
Imagen destacada: Elecicones Argentina 2023. Imagen: NA (Romada de Página/12)
*Modesto Emilio Guerrero: Periodista venezolano radicado en Argentina. Autor del libro ¿Quién inventó a Chávez?

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