ESTADO ESPAÑOL- ANTICAPITALISTAS*: Declaración antes de las elecciones generales del 23 de junio

JUEVES 20 JULIO 2023 

 

POR ANTICAPITALISTAS*

Las elecciones del 23J están marcadas por el giro reaccionario que se ha producido a nivel mundial y en España. El factor inmediato de esta convocatoria electoral fue la derrota electoral del bloque progresista en las elecciones del 28 de mayo, que fue el primer paso para precipitar un cambio en la situación política.

Aunque los resultados fueron relativamente parejos entre el PP (Partido Popular, conservadores mayoritarios) y el PSOE (Partido Socialista Obrero, socialdemócratas tradicionales), la aritmética electoral generó un giro importante. Vimos el espectacular hundimiento de Unidas Podemos (grupos a la izquierda del PSOE pero en pleno gobierno de coalición con él) y el declive del PSOE, que llevó al PP a conquistar muchas capitales de provincia y Comunidades Autónomas. Esto cambió el ciclo político y llevó a Pedro Sánchez a convocar elecciones generales. Pero intentemos ir más allá.

El giro reaccionario de la situación tiene causas subyacentes. El primero y más decisivo se encuentra a nivel internacional, en una sucesión de derrotas y capitulaciones de la izquierda surgida tras la crisis de 2008 y que ha provocado el surgimiento de una nueva derecha: de Syriza en Grecia a la integración de Podemos a un gobierno con el PSOE, pasando por el corbinismo o Sanders. El sentimiento que queda es que la izquierda no es capaz de consolidar proyectos de masas estables ni de plantear un programa que pueda implementar. Así que la crisis dentro de la izquierda es el primer factor

Otra razón de fondo tiene que ver con el miedo: la guerra, el reordenamiento geopolítico del capitalismo y la crisis ecológica generan una sensación de fin de época. La desigualdad está aumentando en los países del centro capitalista; áreas enteras del mundo están siendo arrojadas al caos por el capitalismo; y los nuevos poderes se disputan la hegemonía con los antiguos. Para las clases medias está claro: hay que imponer la ley y el orden dentro de cada país para estar en mejores condiciones de mantener privilegios relativos en un mundo en llamas. La clase obrera y los oprimidos carecen de organizaciones políticas fuertes y no tienen una perspectiva estratégica para luchar contra el capitalismo. Pero las rebeliones continúan, aunque sin una dirección política clara: Francia tomó el relevo de Chile, Chile de los negros en USA… y así sucesivamente.

En España, la transformación de Podemos en una fuerza más integrada institucionalmente y menos radical y la derrota del ciclo independentista han sido los factores determinantes dentro del bloque progresista. El surgimiento de VOX (la voz de los posfascistas de extrema derecha) y el ascenso del PP son el reverso de este péndulo. El gobierno de coalición progresista formado en 2018 no fue el comienzo de un período de grandes cambios. Era más bien el fin de la esperanza que había abierto el 15M.  [ 1 ]El gobierno progresista ha intentado impulsar una política de modernización del capitalismo español, que calificamos de “reformista sin reformas” Lejos de buscar una recomposición de la sociedad capitalista sobre la base de una cierta redistribución de la riqueza, ha mantenido a toda costa una política que preservaron las ganancias corporativas en un contexto de “keynesianismo sin crecimiento ni redistribución”. Relacionado con esta política, que refleja y alimenta la dinámica actual del capitalismo, se incrementa brutalmente el gasto militar, se promueve el reforzamiento pro-seguridad del Estado, se crea el terreno de la protesta, se defiende la autonomía territorial y se ataca a los migrantes.

En este sentido, a pesar de discursos grandilocuentes, el gobierno progresista no cumplió sus promesas en materia de legislación sobre reforma laboral, pensiones, ley mordaza, vivienda, etc. Objetivamente implementó un reforzamiento de la deriva autoritaria del Estado en materia migratoria; se ha alineado con el imperialismo occidental, donde juega un papel subordinado (Sahara, la guerra de Ucrania, etc.). El gobierno ha aplicado la política económica del capital: la inflación ha carcomido los salarios y la clase obrera no es más fuerte socialmente que cuando comenzó esta legislatura. La gran tarea histórica de enfrentar la crisis climática ha sido pospuesta y entregada a las grandes empresas, promoviendo así el ‘capitalismo verde’. Incluso en áreas donde se han logrado ciertos avances, como el feminismo y los derechos LGBTI, estos son frágiles y están amenazados, entre otras cosas,

El ascenso de la derecha en el Estado español se enmarca en este contexto: inseguridad sobre el futuro, hegemonía de las viejas clases medias en el campo político, reacción frente a los procesos de movilización social de los últimos años. De manera distorsionada, esta derecha ha sido moldeada por su reacción al bloque progresista. Se alimenta de la crisis crónica, de la necesidad de mantener el orden porque el cambio sólo se imagina peor, y del debilitamiento estructural de la capacidad organizativa de los trabajadores. El proceso negativo subyacente avanza inexorablemente mientras el progresismo sufre y agoniza al “manejar la situación existente”.

No queremos que un solo voto vaya a la derecha. No queremos que el Partido Popular y VOX entren en el gobierno. Pero, más allá del voto individual de cada uno, no podemos cerrar los ojos a la política de rendición de los partidos de izquierda, que ya han demostrado en el gobierno que son incapaces de cumplir sus promesas y de enfrentarse a los poderes económicos para defender los intereses de la clase obrera.

Donde existan, llamamos a los electores a votar por candidatos que expresen una posición clara contra la ola reaccionaria pero también un rechazo a las capitulaciones y alianzas con el social liberalismo y que defiendan la libertad y la autodeterminación. Por eso llamamos a votar por la CUP (corriente independentista de izquierda catalana). Y ello a pesar de nuestras diferencias con ellos en cuanto a su política excesivamente complaciente con el resto del bloque independentista y en temas más estratégicos. También votamos y participamos en Adelante Andalucía (Adelante Andalucía), que pretende construir una corriente ecosocialista y feminista entre los trabajadores andaluces contra el régimen del 78 [ 2  ] dando voz a la opresión secular que sufre esta tierra.

El 23 de julio sabremos cuál es el nuevo marco político en el que viviremos. Si el progresismo resiste, la embestida de la derecha no cesará y no confiamos en que se emprenda la transformación necesaria. Si gobierna la derecha, se avecina una redoblada ofensiva contra la clase trabajadora y los derechos de las mujeres, personas LGBTI, migrantes y todos los explotados y oprimidos. Pase lo que pase, lucharemos junto con mucha más gente.

Pero la resistencia no puede ser simplemente salir a la calle; las tribulaciones del progresismo nos están dejando claro que necesitamos una izquierda independiente del régimen, tan leal a las clases subalternas como la derecha lo es a los capitalistas. Este proyecto de Anticapitalistas se llama ecosocialismo, y habrá que construirlo desde la resistencia social y también sacando las lecciones pertinentes en el terreno político: ni resignarnos al mal menor ni dejar que la historia la sigan dictando los mismos de siempre. política antigua.

 

NOTAS AL PIE

1 ]  15M -15 de mayo es el nombre que recibe el movimiento Indignados, las grandes movilizaciones callejeras y la radicalización que estallaron en 2011 y dieron lugar a la creación de la izquierda radical Podemos-Tr

2 ]  El gobierno que lideró la transición moderada y comprometida del franquismo

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