Venezuela: Un balance del chavismo

Por: Jes煤s Puerta*

聽Viernes, 02/12/2022

 

鈥婨l chavismo sin Ch谩vez La deriva de un populismo sin carisma

 

Los d铆as 26 y 27 de noviembre participamos de la primera jornada del grupo de trabajo “Balance del chavismo”, promovido por el movimiento “Surgentes” y la Fundaci贸n “Rosa Luxemburgo”. La actividad tuvo como objetivo “realizar un balance riguroso de los distintos gobiernos chavistas, desde las miradas de las izquierdas democr谩ticas anticapitalistas, con el fin de identificar rupturas, continuidades, aciertos, errores y aprendizajes que permitan reimpulsar el horizonte democr谩tico y popular”, lo cual, se entiende, solo puede ser resultado de una serie de reuniones de discusi贸n y reflexi贸n, y no solo de esta primera oportunidad, en que conocimos y discutimos las ponencias de importantes cient铆ficos sociales y actores de las circunstancias nacionales de los 煤ltimos 22 a帽os, tales como Jorge Giordani, Edgardo Lander, Oly Mill谩n, V铆ctor 脕lvarez, Carlos Mendoza Potell谩 y 脕ngel 脕rias. Todos han escrito an谩lisis de esta 茅poca hist贸rica que convencionalmente se ha dado en llamar chavismo especialmente en los aspectos pol铆tico y econ贸mico. Se ech贸 de menos la participaci贸n de ponentes como Lu铆s Britto Garc铆a, invitados, pero no asistentes.

Por supuesto, en esta rese帽a no podr茅 hacer un resumen adecuado de la riqueza de an谩lisis y aportes de las ponencias que se presentaron, que fueron desde una caracterizaci贸n general del chavismo, una propuesta de periodizaci贸n, los aciertos y desaciertos econ贸micos, pol铆ticos y sociales, las propuestas econ贸micas, su pol铆tica petrolera, entre otros t贸picos. Solo quiero comentar los puntos coincidentes, que no acuerdos, porque la discusi贸n sigue, y, como es natural en una discusi贸n plural y cr铆tica, hay diferentes 贸pticas de los hechos y el proceso en general.

Las coincidencias se manifestaron especialmente en el punto que, para los organizadores, era central: la periodizaci贸n de la etapa hist贸rica en el cual se manifest贸 el chavismo. Aqu铆 nos encontramos con la necesidad de una precisi贸n. Lo que llamamos “chavismo” puede abordarse desde, por lo menos, cuatro dimensiones: una 茅poca hist贸rica, un movimiento pol铆tico, una ideolog铆a (la cual, se comparti贸, era fundamentalmente ecl茅ctica) y un conjunto de actuaciones de gobierno. Pienso que en esta primera jornada, las ponencias se centraron en las ejecutorias de los gobiernos, en lo econ贸mico y lo pol铆tico, algunas caracterizaciones del movimiento sociopol铆tico y su evoluci贸n ideol贸gica. Ninguno de estos puntos se cerr贸. Al contrario: uno de los aciertos del evento fue el de formular las preguntas m谩s pertinentes, que quedan planteadas para la continuaci贸n del debate en el cual, por supuesto, requerir铆a una participaci贸n m谩s amplia.

Como 茅poca hist贸rica, creo que hubo un consenso en caracterizarla como el de la culminaci贸n del colapso del capitalismo rent铆stico. La periodizaci贸n se ensay贸 a dos niveles: uno, el del movimiento pol铆tico; dos, el de los gobiernos “chavistas”. Las etapas de cada nivel, aunque tienden a coincidir, no son id茅nticas. En el caso del movimiento pol铆tico, se establecieron las siguientes etapas: la primera, de la formaci贸n inicial del MBR-200 y la conspiraci贸n militar; la segunda, de la construcci贸n de una organizaci贸n c铆vico-militar que, de un planteamiento insurreccional, evolucion贸 a una t谩ctica electoral; tercero, el movimiento popular aluvional que llev贸 a un fen贸meno electoral, que acompa帽贸 el enfrentamiento a los intentos de derrocamiento: en el golpe de estado de abril de 2002, el paro petrolero y el referendum revocatorio de 2004. La cuarta etapa, marcada por la declaraci贸n del car谩cter socialista del proceso, tuvo como hitos las elecciones de 2006, la fundaci贸n del PSUV, el fracaso de la propuesta de reforma constitucional y la enmienda de la postulaci贸n indefinida de los funcionarios, empezando por el presidente. En esos momentos se evidenci贸 la tendencia a controlar “desde arriba” o “cooptar” del movimiento popular, por el aparato de poder de un Partido vertical, autoritario, que anclado en el Estado, se fundi贸 con los nuevos dirigentes de las Fuerzas Armadas. La crisis financiera mundial de 2008, su impacto en los precios petroleros y, por ende, en la realidad econ贸mica y social del pa铆s, se empezaron a sentir con una inflaci贸n que pronto devino hiperinflaci贸n.

La muerte de Ch谩vez fue otro hito importante, para el paso de una nueva etapa, convulsa, en la cual se convoc贸 una nueva Constituyente que interrumpi贸 pr谩cticamente el hilo constitucional, lo cual se cierra con el giro hacia las pol铆ticas econ贸micas de corte neoliberales: dolarizaci贸n, privatizaci贸n, est铆mulo a los capitales transnacionales, el secretismo y la ruptura con las normas constitucional a trav茅s de la llamada “Ley Antibloqueo”. En esta 煤ltima deriva del gobierno de Maduro, se acentuaron las tendencias autoritarias en t茅rminos de violaci贸n de derechos humanos y de expresas normas legales y constitucionales.

Respecto a esta periodizaci贸n, aparecieron tres posiciones b谩sicas: una sostuvo que hubo una clara continuidad entre los per铆odos de Hugo Ch谩vez y los de Nicol谩s Maduro, fundamentada en el car谩cter global de “bonapartismo” del proceso, que buscaba dar cauce a la rebeld铆a popular y salvar al capitalismo, enfrentando incluso a nivel t谩ctico los intereses inmediatos de la propia burgues铆a, mediante un gobierno c铆vico-militar que ahog贸 la espontaneidad de las fuerzas populares. En este sentido, las diferencias que pudiera haber entre los mandatos de Ch谩vez y Maduro solo se deben a las diferentes circunstancias cr铆ticas que afrontaron, las cuales, por otra parte, se consideran como resultados l贸gicos de las pol铆ticas del primero.

De acuerdo a una segunda posici贸n, s铆 hubo una ruptura entre las pol铆ticas de los gobiernos de Ch谩vez y los de Maduro, evidentes en el giro autoritario, corrupto y neoliberal del segundo. Aun cuando durante Ch谩vez, ya hab铆a habido se帽ales de caudillismo, especialmente en el proceso de fundaci贸n del PSUV, y la evidente centralizaci贸n de las decisiones en la persona de Ch谩vez, hubo una clara orientaci贸n popular y hasta democr谩tica en las misiones sociales, el est铆mulo a las organizaciones sociales como las comunas (aunque rapidamente mediatizadas por el control del Estado, a trav茅s de organizaciones verticales como el Frente Francisco de Miranda y el propio PSUV) y el ensayo de nuevas formas de propiedad y organizaci贸n de la producci贸n, tendientes hacia el socialismo.

La tercera posici贸n que se esboz贸 en la discusi贸n, y con la cual yo simpatizo, se帽al贸 que efectivamente hay continuidades y discontinuidades entre los mandatos de Ch谩vez y Maduro. Las continuidades se refieren al mantenimiento de tradiciones como el caudillismo, nacionalismo basado en la 茅pica del siglo XIX, el rentismo populista de intentar resolver las carencias populares con grandes gastos estatales, mientras se conservan y profundizan las estructuras capitalistas que producen desigualdad, dependencia y pobreza. Las discontinuidades se refieren a la participaci贸n popular, los 铆ndices de desigualdad y calidad de vida, las libertades democr谩ticas, el ejercicio de las nuevas instituciones participativas, los ensayos de avanzar hacia un tipo de econom铆a social, los planes de avance hacia un horizonte socialista, que contrastan con el giro pragm谩tico hacia el autoritarismo, la violaci贸n de derechos y un conjunto de medidas que coinciden casi en su totalidad con las recomendaciones neoliberales (dolarizaci贸n, est铆mulo al capital transnacional, privatizaci贸n, abandono de las pol铆ticas sociales, desregulaci贸n) que, con las nuevas negociaciones con los Estados Unidos (con la mediaci贸n aparente de la oposici贸n G4), llega hasta reproducir modalidades de explotaci贸n petrolera de cuando G贸mez. Todo esto, en el marco de un enfrentamiento con una oposici贸n que depende de Washington, de donde parten mecanismos de presi贸n que, a la postre, resultaron los 煤nicos eficaces: las sanciones. Igualmente, en los dos momentos, sectores populares dieron la pelea a la burocracia autoritaria. Tambi茅n es de esta 煤ltima etapa, la revelaci贸n de la profundidad abismal de la corrupci贸n de, incluso, el c铆rculo m谩s cercano a Ch谩vez y, en general, la 茅lite en el poder.

Por supuesto, quedaron muchos puntos y conceptos por considerar. No hubo tiempo de considerar balances m谩s espec铆ficos en el plano social, como la salud, la educaci贸n, o los servicios. Tampoco se profundiz贸 m谩s en las formas de participaci贸n popular y el juicio global que desde una izquierda anticapitalista se puede hacer globalmente del per铆odo, aunque s铆 se comparti贸 la idea de que, independientemente de sus desviaciones, fue acertado apoyar a Ch谩vez frente a la opci贸n de derecha en las elecciones de 1998, frente a la acometida golpista de 2002, el paro petrolero, el refer茅ndum y en la nueva definici贸n en direcci贸n al se帽alamiento del horizonte socialista, cuya perspectiva fue asumida por una gran porci贸n del pueblo, cosa que se anota como acierto general de la 茅poca, aun cuando puede tener un giro perverso como reacci贸n.

En pr贸ximos art铆culos comentaremos algunos de estos temas.

 

Fuente: Aporrea.org

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