Por Eduardo Parra Istúriz
En éste, su séptimo álbum de estudio, Cesária Évora quiso hacerle un homenaje a la calidez y la hospitalidad de su hogar: Café Atlántico es un álbum marino y maternal. Definitivamente inspirador, es el primero en nuestra lista porque también da nombre a nuestra web.
Para triunfar internacionalmente, la «diva de los pies desnudos» debió radicarse en Francia, pero había nacido en Cabo Verde, un archipiélago de 10 islas frente a la costa de Guinea, un espacio muy cálido en plena zona ecuatorial.
El disco es marino porque en sus 14 temas, Cesária nos pasea por dos fuentes musicales asociadas al mar: su propia patria, con la morna y la coladera; y Cuba, otro país insular y tropical, cuenca musical por excelencia del Caribe. Más Atlántico no se puede.
La madre está presente en varias formas. Aparece la patria (Cabo Verde) que la formó, a la que canta en Flôr di nha Esperança, Paraiso di Atlantico, Roma criola, y muy especialmente en Cabo Verde manda matenha, un recordatorio amoroso a los caboverdeanos regados por el mundo, que extrañan su tierra natal, de que ella siempre los acompaña.
Otro aspecto de la maternidad se aborda en Vaquinha mansa, metáfora de las muchachas jóvenes que salen embarazadas prematuramente en nuestros países. Mención aparte merece Nho Antone Escaderode, una jocosa canción de cuna que se refiere a la borrachera del señor (Ño) Antonio, y que se conoce en toda el África lusoparlante.
Cesária Évora: sentimiento caboverdeano
Aunque la mayor parte del álbum es cantado en kriolu caboverdeano, una variante del portugués propio de Cabo Verde, la voz de Cesária Évora es capaz de transmitir los sentimientos que se esconden en las maravillosas letras de estas canciones.
Pero el disco depara aún un par de sorpresas: entreverada con las canciones lusófonas se encuentra un hermoso vals mexicano: María Elena, cantada en perfecto español.
La otra sorpresa es la presencia de una orquesta adicional para acompañar un único tema: Beijo de longe, que es un son cubano instrumentado por la Orquesta Aragón. Una curiosidad cantada en kriolu y dedicada a São Vicente, isla en la que nació Cesária.
El tema más alegre es, sin duda, Carnaval de São Vicente, que está en tiempo de samba y por tanto complementa un triángulo ritmico imaginario que tiene por vértices a Brasil, Cabo Verde y Cuba, un espacio cálido y marítimo exquisitamente representado en este maravilloso trabajo.
Todo esto se amalgama maravillosamente gracias a la dirección musical de un gigante como Jacques Morelembaum, cellista brasileño que también ha sido arreglista y director para Caetano Veloso, Antonio Carlos Jobim y Gal Costa, por nombrar los más destacados.
Tomado de Radio Café Atlántico
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