Colombia: El aborto como derecho en el país del conflicto

El aborto como derecho en el país del conflicto

Para entender el panorama del aborto y los movimientos feministas en Colombia debemos conocer de qué tipo de país estamos hablando. En este caso, se trata de un territorio cafetero, caribeño, fronterizo con Venezuela y Ecuador, entre otros países. Más importante aún es que ha tenido una historia que evidencia casi un siglo entero de violencia, ya sea política, regional, estatal, ideológica o criminal, pero al final violencia. Algo que pareciera va en contravía a su idiosincrasia, fundamentada bajo el pensamiento religioso, exclusivamente el católico.

Por esa mezcla de violencia y conservadurismo es que los movimientos sociales (de toda clase) en Colombia han sido blanco de amenazas, violaciones, desapariciones, secuestros, asesinatos y genocidios.

Las mujeres no han sido ajenas a esa realidad y por el contrario, su cuerpo, como en la mayoría de guerras, ha sido usado como “carne de cañón” para amedrentar, infundir miedo y/o para evidenciar el control y poder de los hombres.

Entre los años 80s y 90s Colombia estaba navegando en los horrores de las bandas criminales y el narcotráfico, las amenazas a políticos, líderes y lideresas se volvieron la rutina del día a día y las feministas y activistas que tuvieron que enfrentarse a ese contexto y decidieron poner sobre la agenda nacional el uso del cuerpo en contextos de violencia, la autonomía, la participación en todos los ámbitos de la sociedad y promulgar el aborto como derecho. Estas precursoras fueron las primeras en ser estigmatizadas, perseguidas y amenazadas.

Muchas feministas de distintos contextos (rurales, académicas, trabajadoras, jóvenes, madres, lideresas comunitarias, indígenas, etc.) se tuvieron que enfrentar con las guerrillas, los grupos paramilitares, el Estado, la ciudadanía o la iglesia, que juzgaba o criminalizaba las reivindicaciones de estas feministas.

En el caso del aborto aparecieron los primeros grupos antiderechos ligando este derecho con el pecado y lo antinatural. A pesar del tiempo que ha trascurrido, la definición de lo que representa ser mujer se sigue asociando, en muchos sectores de la sociedad, directamente con la maternidad.

Las victorias conseguidas por las feministas, en materia de educación, cargos públicos, prevención y reconocimiento de las violencias, acceso a servicios integrales de salud, seguridad, dignidad y bienestar se han ganado a pulso, haciendo frente a la oposición, trabajando de manera colectiva y manifestándose en todas las esferas.

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Sentencia C-355 de 2006 

Colombia vivía, como es su tradición, un momento convulso a mediados de los 2000, varios sectores de la sociedad clamaban por un cambio, le apostaban a la paz y la restitución de derechos. Las feministas por su parte establecían varios frentes para reivindicar una vida libre de violencias y con plena autonomía.

Para el caso del aborto en el 2006 sucede algo que cambiaría el panorama. Tras varios años de procesos colectivos y asamblearios en ese año prospera una demanda de la abogada colombiana, Mónica Roa y se logra la Sentencia C-355 de 2006, con las que las mujeres podían abortar en tres causales (en el caso de inviabilidad fetal por fuera del útero, violaciones y peligro para la vida o salud de la mujer), sin límite de semanas. Fue un avance increíble y que representó una esperanza para millones de niñas y mujeres en todo el país, además, dentro del marco jurídico se trata de la sentencia más garantista de todas las Américas.

Con esta nueva perspectiva muchas mujeres pudieron acceder a un aborto sin poner en riesgo su salud o vida, pero no para todas el proceso era tan sencillo, la historia variaba de acuerdo al centro médico, profesional de la salud o lugar de Colombia en la que se solicitara la interrupción del embarazo.

Muchas mujeres veían que la Sentencia no se estaba cumpliendo. Al solicitar un aborto se ponían muchas trabas y dilaciones para retrasar el proceso. A pesar de contar con alguna de las causales muchas fueron perseguidas, juzgadas o eran los mismos médicos quienes las denunciaban de manera penal o con sus familiares.

La realidad mostró que a pesar de lo amplias que eran las causales los grupos antiderechos y muchos centros de salud encontraron alternativas para impedir que las mujeres pudieran abortar, filtraban sus datos, las mandaban a citas o controles innecesarios para alargar el proceso o las instituciones alegaban ser objetoras de conciencia.

Las feministas en Colombia siguieron dando la lucha en las calles, en los colegios, las universidades, en la política y en general en todas las esferas públicas. Inspiradas por la Marea Verde del sur del continente empezaron a aparecer más y más colectivas, organizaciones y juntanzas feministas en pro del aborto.

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Creación de la Campaña de Aborto en Colombia 2018

A mediados del 2018 aparece la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Colombia, una iniciativa de un grupo de mujeres que no se conocían y han decidido unirse para trabajar en pro de este derecho. Entendiendo el cuerpo como la frontera para obtener la autonomía e inspiradas por la Campaña de Argentina han decido vincularse y adaptar el modelo al contexto colombiano. Desde sus inicios la Campaña se encarga de ofrecer información, a través de redes, pero también con charlas, talleres y seminarios, en barrios, parques, colegios y universidades. Hace fuerte incidencia en la movilización a través de marchas, plantones y tomas culturales. Además hace acompañamientos en abortos a todo tipo de mujeres.

El trabajo de la Campaña se desarrolla en distintas ciudades de Colombia y se articula en red con otras organizaciones para tener mayor alcance. Su propósito se enfoca en la despenalización social y total del aborto en Colombia.

El trabajo de la Campaña se empieza a hacer conocido en las calles y en las redes, por lo que cientos de mujeres acuden cada semana en busca de información, asesoría o acompañamiento para interrumpir sus embarazos de manera legal y segura.

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Movimiento Causa Justa  – 2018

Con este panorama aparece el movimiento Causa Justa a mediados del 2018, se trata de una iniciativa que reúne a más de 90 organizaciones feministas (entre esas la Campaña por el Derecho al Aborto), así como a muchas activistas, académicas y disidencias que trabajan en pro del derecho al aborto. Se presenta una demanda ante la Corte Constitucional que busca despenalizar totalmente el aborto en Colombia.

Este movimiento empieza a ver los efectos de la Sentencia C-355 de 2006, que como anteriormente se mencionó trajo muchos avances, pero evidenció las fallas del sistema educativo, judicial y de salud.

Más de 4000 niñas, de entre 10 y 14 en el 2020 fueron madres, es decir, además de ser sometidas a una violación, fueron revictimizadas y no les permitieron acceder a un aborto.

Medicinal legal y la Fiscalía reportaron hasta el año pasado (2021) que en promedio en Colombia cada año 400 mujeres eran criminalizadas por abortar, es decir tenían algún tipo de denuncia o proceso penal en curso.

Unas 70 mujeres morían en promedio cada año por procedimientos inseguros, el miedo a ser denunciadas o a la criminalización, las llevaba a realizarse abortos en centros médicos ilegales, donde les realizaban procedimientos que no tenían ningún tipo de control o calidad, otras tantas hacían uso de alternativas con yerbas o elementos que tuvieran en sus casas y la consecuencia de ambos casos eran hemorragias e infecciones que las llevaban a la muerte.

La mayor parte de ellas eran menores de edad, niñas y mujeres empobrecidas, abusadas o en zonas de difícil acceso. Actualmente se siguen condenando esas muertes, que son producto de la estigmatización, la falta de control y el silencio cómplice del sistema de salud, la sociedad y el Estado colombiano.

Desde la Campaña y con Causa Justa se empezaron a realizar plantones y actividades culturales cada jueves desde noviembre del 2021. Al observar que la demanda que buscaba despenalizar completamente el aborto llevaba más de 500 días sin que se le hubiera dado respuesta alguna.

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Presiones Corte, recusaciones – antiderechos –  posponer – Decisión de la Corte – Sentencia C-055  con 24 semanas

Tras varios meses de dilación, en gran parte por las campañas de desinformación y los ataques de grupos conservadores y de antiderechos, por fin el 21 de febrero del 2022 a pocos días de la fecha límite que tenía la Corte Constitucional se realizó la votación. En la sala habían 9 magistrados y magistradas, para que la demanda se aprobara era necesaria una mayoría de 5 a 4 votos. Tras una larga jornada la Corte informó que el aborto se había despenalizado en Colombia.

La despenalización no fue total, se estableció un modelo mixto como ocurre en la mayor parte de países del mundo, pero en el caso de Colombia se estableció el sistema más amplio del continente, con 24 semanas para abortar de manera libre y a partir de ese momento se mantienen las tres causales sin límite de semanas.

La decisión de la Corte queda registrada entonces en la Sentencia C-055 de 2022 y es de inmediato cumplimiento.

Esta victoria permitió entender que a día de hoy los feminismos en Colombia cuentan con agendas diversas, distintas, heterogéneas que son necesarias para establecer un discurso más amplio. Las luchas no siempre parecen intersecarse, se generan discusiones acerca del medio ambiente, el género, las condiciones laborales, el acceso a la educación, el trabajo sexual y la prostitución, los privilegios, la raza y la etnia, entre otras cosas, pero el aborto permitió entender que hay un frente unido que usa sus plataformas y voces para una causa conjunta.

En la actualidad las feministas celebran este hito y se enfrentan al reto que implica la implementación en el sistema de salud, en el ámbito legal y jurídico, así como la apuesta por la despenalización social, con fuerte énfasis en la Educación Integral para la Sexualidad.

El objetivo es y seguirá siendo la despenalización total, porque solo las mujeres y personas gestantes son quienes pueden decidir sobre sus cuerpos y proyectos de vida. La lucha es transversal a un proyecto de vida donde las mujeres no sean ciudadanas de segunda y tengan garantías para decidir de manera libre.

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* Periodista, feminista y activista de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Colombia.

Fuente: Contrahegemoníaweb

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