Las protestas se extienden en Irán tras la muerte de una joven detenida por vestir incorrectamente el velo

Sahma Amini ingresó en coma en el hospital el pasado 13 de septiembre tras ser arrestada por la policía de la moral. Su muerte supone el último episodio de una oleada de represión contra las mujeres que cuestionan la obligatoriedad del hiyab.
Mahsa Amini
Mahsa Amini, la joven cuya muerte ha causado una oleada de indignación en Irán.
19 SEP 2022

Masha Amini tenía 22 años, caminaba por el centro de Teherán cuando fue interceptada por la policía de la moral. Su manera de caminar subvertía el orden: el velo no le cubría lo suficiente. Era el martes 13 de septiembre, la joven kurda estaba en la capital con su familia de vacaciones, se la llevaron a la comisaría, querían “reeducarla” sobre el uso del hiyab. Tres días después, el pasado viernes 16, Amini moría en el hospital. La policía la había trasladado allí solo dos horas después de su detención. Las protestas por su muerte empezaron ese mismo día frente al centro hospitalario.

Las autoridades iraníes comunicaron que Amini sufrió un paro cardíaco en las dependencias poiciales. Para justificar su versión, han hecho públicos algunos vídeos en los que se ve a la joven desplomarse en la comisaría y siendo trasladada en ambulancia. En coma desde el mismo martes, habría sufrido otros dos infartos que acabarían definitivamente con su vida. Sin embargo la familia de la joven, la sociedad civil, o las organizaciones de derechos humanos no opinan lo mismo: exigen saber las circunstancias en las que murió la joven y acusan al gobierno iraní de darle una paliza mortal. Según afirman sus allegados, Amini no tenía problemas cardíacos, hecho que cuestiona las explicaciones oficiales sobre su muerte.

Según registraba la BBC, tras el ingreso de la mujer en el hospital diversos testigos afirmaron que Amini fue ya golpeada en la furgoneta policial en su traslado a comisaría. Su muerte es el último suceso de un recrudecimiento de la violencia contras las mujeres en el país. Un vídeo difundido por la activista Masij Alinejad muestra en efecto numerosas detenciones violentas de mujeres por no ajustarse al código de vestimenta del régimen. En el mismo se puede ver a grupos de policías de la moral, reduciendo y arrastrando a mujeres mientras otras mujeres, familiares y amigos las defienden.

 

“Nosotras, las mujeres iraníes llamamos a la comunidad internacional, llamamos a todas las mujeres del mundo a mostrar solidaridad con Mahsa. No merecemos ser golpeadas, recibir latigazos, ser encarceladas y ahora asesinadas como Mahsa por no querer llevar el hiyab. Queremos libertad de elección”, denunciaba la activista en las redes sociales.

El ingreso de la joven al hospital y su posterior muerte han conmocionado al país. El viernes el personal sanitario que la atendía la homenajeó mientras retiraban su cuerpo del centro. Su funeral, el sábado en su ciudad natal Saghez, estuvo marcado por la indignación, tanto allí como en Teherán y otras ciudades iraníes, mujeres y hombres corearon lemas contra el líder supremo de la revolución, Alí Jameini y la Policía de la Moral, al grito de “¡Muerte al dictador!”. Las mujeres se arrancaron el hiyab y lo movían por los aires en señal de protesta. También el fin de semana vídeos de mujeres quemando sus velos y cortando su cabello han empezado a poblar las redes sociales. A las protestas se han sucedido también miles de estudiantes de la universidad, que han exigido el fin de las políticas contra las mujeres al grito de “Desde Kurdistán a Teherán, todo Irán está sangrando”. Las fuerzas policiales han reprimido duramente las protestas.

La muerte de Amini llega en un momento de descontento político. La líder de la oposición, Maryam Rajavi llamaba a la manifestación el mismo viernes. “Las resistentes y resilientes mujeres de Irán enfrentarán la tiranía y opresión de los mullah y los Cuerpos de la guardia revolucionaria islámica, y los vencerán. Las mujeres y el pueblo iranís les combatirán con toda su voluntad”,  apuntaba en un tweet, demandando, junto a otros políticos reformistas, el fin de la Policía de la Moral. Mientras, la diáspora iraní ha convocado manifestaciones esta semana en Estados Unidos contra la visita ante la ONU del presidente ultraconservador Ebrahim Raisi prevista para el miércoles 21 de septiembre, recordando su implicación en la matanza de miles de prisioneros políticos en el verano de 1988.

El pueblo iraní cuenta con un nutrido historial de protesta contra las imposiciones del régimen. Ya el 8 de marzo de 1979 las mujeres protagonizaron una gran marcha para denunciar las medidas que el recién ascendido al poder, Ruhollah Musavi Jomeini, impuso para limitar su participación en el espacio público, así como el rígido código de vestimenta. El pasado julio tuvo gran alcance una campaña contra la obligatoriedad del velo, a la que se unieron en redes sociales mujeres religiosas que argumentaban llevar el hiyab por elección mientras denunciaban el mandato de vestir esta prenda. Diversas encuestas avalarían, según recoge el medio Iran International, que hay una mayoría de la sociedad —especialmente en las grandes ciudades— opuesta al cumplimiento forzado de los códigos de vestimenta.

Fuente: EL SALTO DIARIO

 

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