Dos décadas defendiendo los Derechos Humanos del Centro Oriente Colombiano: Fundación Joel Sierra reconocida con el Premio Nacional de Derechos Humanos al Mejor Colectivo u ONG Acompañante/ Ver- Gira territorial por la paz en el Cauca

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Sep 23, 2023

 

23 sep. CI.- Hace unas semanas, la Fundación Joel Sierra fue reconocida con el Premio Nacional de Derechos Humanos al Mejor Colectivo u ONG Acompañante. Compartimos el testimonio experiencial de una de sus integrantes.

Soy Sonia Milena López Tuta*, hija de padres campesinos, que llegaron hace casi 50 años al departamento y se ubicaron el municipio de Fortul. Se vincularon a las luchas campesinas a través de la Cooperativa Agropecuaria del Sarare Coagrosarare LTDA, que a su vez estaba vinculada con la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC).

Desde los 9 años hago parte del Movimiento Político de Masas, Social y Popular del Centro Oriente Colombiano. Comencé mi trabajo en la Juventud Campesina, un espacio organizativo para los hijos e hijas de los asociados de la ANUC.

Sonia López, lideresa social e integrante de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra.

En 1997 este y otros procesos juveniles dieron origen a la Asociación Juvenil Estudiantil Regional (Asojer), de la cual hice parte desde su fundación hasta que, por edad reglamentaria, salí de ella. Ese espacio juvenil me delegó en 2002 para hacer parte de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra en la seccional Fortul. Desde ese momento me vinculé a los procesos de formación y demás tareas en materia de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.

En 2019, debido a la persecución orquestada por el Estado a través de montajes judiciales, encarcelaron a más de 30 líderes, lideresas y defensores de DDHH, entre ellos el presidente de nuestra fundación, el compañero José Vicente Murillo Tobo.

El temor infundido con esas redadas masivas y selectivas y de la campaña mediática de desprestigio, deslegitimación y amenazas contra el movimiento social emprendida desde las emisoras del Ejército Nacional generó una especie de prevención y miedo a que nuevos liderazgos asumieran la tarea de denuncia y visibilisación de lo que ocurría en el territorio. Por ello, junto a un grupo de jóvenes de varios municipios, cuyas edades oscilaban entre los 17 y 23 años, asumimos esa responsabilidad.

Fue así como cada uno de acuerdo a sus habilidades y capacidades aprendidas en los procesos organizativos a los que pertenecíamos, retomamos algunas organizaciones y sus luchas, unos continuaron las banderas de Asojer, otros fortaleciendo la Asociación Departamental de Usuarios Campesinos (Aduc), y junto a varios asumimos la Fundación de DDHH Joel Sierra.

Con cierto temor por el contexto de represión vivida, con las inseguridades propias de la falta de experiencia en el trabajo de DDHH, pero con la energía y alegría juvenil, y sobre todo con la convicción y justeza de nuestras luchas y el compromiso con nuestro pueblo de defender la vida, el territorio y construir condiciones de vida digna para todas y todos.

Esta noble, pero riesgosa tarea, la desarrollamos en contextos supremamente violentos. Nuestra región tiene unas características que la hacen particular: abundante riqueza natural (petróleo, minería, agua, biodiversidad); ser zona de frontera con la República Bolivariana de Venezuela; y su histórico tejido social cohesionado alrededor de un Plan de Vida, que va en contravía de los intereses económicos y políticos de la oligarquía nacional y del imperio gringo sobre el territorio.

En ese sentido, defender los derechos humanos y el territorio, significa confrontar los poderes instituidos, quienes no han dudado en ejecutar toda una estrategia de agresión diseñada contra nuestro pueblo, sus organizaciones sociales, sus liderazgos, programas y proyectos de vida individuales y colectivos.

Es por ello que ejercer liderazgo social y comunitario, defender los derechos humanos, la vida y el territorio nos ha costado la estigmatización y señalamientos desde el establecimiento. Más de 360 líderes, lideresas y defensores de derechos humanos encarcelados, víctima de montajes judiciales fraguados desde la Fiscalía, en especial de las Estructuras de Apoyo EDAs, creadas y financiadas mediante convenio de cooperación entre la Policía Nacional, Fiscalía General y Ecopetrol.

Es afrontar las amenazas que se han materializado en asesinatos de compañeros, en atentados con explosivos contra nuestras sedes sociales y casas de habitación; es enfrentar las diversas formas en las que se ha ejercido el paramilitarismo en los territorios, con sus diversos nombres y formas de accionar, pero con el mismo fondo de guerra sucia al servicio del plan de exterminio contra los procesos de resistencia y avanzada social en las regiones.

Ser líder social y defensor de derechos humanos en contextos como el nuestro significa asumir la responsabilidad de autoproteger tu vida e integridad, la de tu familia y comunidad, y esto pasa por cambiar tu estilo de vida, dejar de frecuentar sitios públicos concurridos, reacomodar planes familiares, seleccionar las personas con las que compartes, cuidar tus desplazamientos, en fin, acoger las medidas necesarias para salvaguardarte y mantenerte a salvo.

Son muchas las vivencias durante estos 21 años como integrante de la Fundación de DDHH Joel Sierra, al principio fue difícil pues ser joven y defensor de derechos humanos era motivo suficiente para ser estigmatizados y reprimidos.

Muchas veces la policía o el ejército nos retuvo, requisó, sacó de sitios públicos o simplemente cuando caminábamos por las calles de los barrios de Saravena haciendo nuestro trabajo de formación, nos abordaban, y principalmente a los muchachos los hacían montar a las camionetas o a las motos, después de exhibirlos por los diferentes sectores, los llevaban a la Estación o al Batallón, y allí los hacían pasar largas horas detenidos, obviamente los dejaban en libertad después de insistentes y reiterativas llamadas de compañeros y compañeras de organizaciones nacionales que acompañaban nuestro trabajo.

Los momentos difíciles que hemos afrontado, de los cuales hemos salido ilesos, nos han hecho más fuertes. El 19 de enero, grupos de corte paramilitar, que se conocen en el territorio como disidencias de los frentes 28, 45 y 10 de las extintas Farc, instalaron y detonaron un carro bomba cerca de nuestra sede principal en el municipio de Saravena, pretendiendo con ello eliminarnos a más de 60 líderes, lideresas y defensores de DDHH.

A pesar de que pusimos las alertas y dimos aviso a las autoridades competentes, la amenaza se materializó, y a las 10:34 minutos el estruendo se sintió, los vidrios y paredes cayeron, y todo quedó en la oscuridad; los disparos a los alrededores del Edificio Héctor Alirio Martínez daban cuenta del terror implementado.

Una de las primeras reacciones después de la detonación fue hacer consciencia de estar vivos y completos, después saber cómo estaban nuestros compañeros y compañeras de al lado; unos a otros nos animamos a salir y caminar sobre los escombros para ir encontrándonos a tientas.

El escuchar la voz o poder reconocer a cada uno era una inmensa alegría que se consumaba en un fuerte y reconfortante abrazo. En esos momentos olvidamos los disgustos y rencores que pudiéramos tener producto de los conflictos propios de la convivencia o del desarrollo de los planes de trabajo, y nos dispusimos a esperar el amanecer.

Alrededor de un buen café hicimos nuestra primera terapia colectiva, exteriorizamos y convertimos nuestros miedos en risas y lagrimeos, compartimos las reacciones que cada uno tuvimos, las caídas, los rasponazos, analizamos las ventajas de ser gorditos o gorditas al saber que la grasa corporal había servido de contención a las esquirlas y los vidrios protegiéndonos órganos vitales.

Los primeros rayos del día dejaban al descubierto los resultados del vil ataque que cobró la vida de uno de nuestros vecinos, el también líder comunal Simeón Delgado, que prestaba sus servicios como vigilante del ICA; así como cuantiosos daños materiales a casas de habitación y graves afectaciones a la integridad de los pobladores del sector. Ahí la indignación por lo sucedido avivó nuestras fuerzas, decisión y compromiso de continuar el trabajo de defender la vida y el territorio.

Pese todo lo que nos ha pasado, no desistiremos de esta labor que voluntariamente hemos aceptado, y que hemos hecho parte integral de nuestro proyecto de vida.

 

 

*Sonia Milena López Tuta: es lideresa social e integrante de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra.

CI SL/FC/23/09/2023/

 

 

Fuente: Colombia Informa

 

 

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Gira territorial por la paz en el Cauca

Gira territorial por la paz en el Cauca

22 sep. CI.- Esta iniciativa se desarrolló del 18 al 22 de septiembre entre Popayán y Santander de Quilichao con diferentes organizaciones sociales.

La Gira Territorial por la paz es una iniciativa impulsada por la Gestoría de Paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Comité Nacional de Participación (CNP), instancia conformada en el marco del primer punto, participación de la sociedad, de la mesa de diálogos entre el Gobierno y esa guerrilla.

Para el caso del Cauca, se desarrolló del 18 al 20 de septiembre en la ciudad de Popayán y el 22 en Santander de Quilichao.

El objetivo de esta actividad fue recoger elementos de los diferentes sectores y organizaciones sociales y populares que sirvieran de insumo para diseñar la participación de la sociedad, de acuerdo con los propósitos por medio de los cuales se instaló el Comité Nacional de Participación el pasado 3 de agosto en Bogotá.

https://x.com/DelegacionEln/status/1703853888544059839?s=20

 

Gira en el Cauca

La gira constó de cinco encuentros a modo de diálogo con diferentes sectores y organizaciones sociales en la ciudad de Popayán, tales como organizaciones campesinas, obreras, urbanas y con el Comité Técnico del Consejo Departamental de Paz del Cauca.

De igual forma, en esta misma ciudad, en la Universidad del Cauca, se desarrolló un foro sobre universidad, paz y participación con estudiantes y profesores de distintas universidades de la ciudad.

Para el caso de Santander de Quilichao se realizó un foro con mujeres y comunidades LGTBQI+ el 22 de septiembre.

https://x.com/CEnsayos/status/1705247627288158526?s=20

 

Logros de los encuentros de participación

En estos espacios se dieron a conocer los avances en la Mesa de Diálogos entre ambas partes, la cual lleva hasta el momento cuatro ciclos de conversación: La resolución de problemas inmediatos en el primero; la agenda y criterios de la conversación en el segundo, la participación de la sociedad y el cese al fuego en el tercero y el marco político y conceptual para acciones y dinámicas humanitarias en diferentes zonas del país, en el cuarto.

Para el caso de la participación, aspecto que, tanto el Gobierno Nacional como el ELN, consideran el eje fundamental de la Mesa de Diálogos, su diseño avanzará con una serie de encuentros territoriales entre los meses de octubre y diciembre del presente año, donde prime la participación de sectores históricamente excluidos y cuyos objetivos serán los de reconocer experiencias, construir insumos sobre el diseño de participación y avanzar en la construcción de un acuerdo nacional. El CNP deberá entregar la propuesta final de diseño de participación para el mes de febrero de 2024.

Además de la socialización de estos avances, estos espacios fueron de gran oportunidad para que integrantes de los distintos sectores mencionados manifestaran sus dudas, sus preocupaciones y sus propuestas orientadas a la construcción del diseño de participación.

https://x.com/CiudadaniasPaz/status/1704168187921588720?s=20

 

La mayoría de estos elementos tuvieron que ver con las dinámicas humanitarias, el cómo será la participación en los encuentros territoriales, y las agendas de transformación.

Lograr participación de la sociedad será un verdadero reto

“Sin duda, el salto cualitativo que debe dar el Comité es proponer soluciones para los cuellos de botella que se han presentado en los ejercicios de participación que han tenido lugar en Colombia. Por diversas razones, la participación hoy en Colombia ha sufrido un desgaste, básicamente por el carácter simulado que se le ha dado desde el Estado y por el temor del establecimiento a una participación decisoria de la sociedad”, mencionó uno de los integrantes del equipo técnico de la Gestoría de Paz del ELN, quien solicitó la reserva de su nombre.

En diálogo con Colombia Informa, esta misma persona destacó que la participación de la sociedad será indispensable para lograr transformaciones en Colombia y “puesto que vamos a acordar unas transformaciones, estas no serán posibles, sino mediante un ejercicio continuo de movilización”, agregó.

Durante esta gira se destacó la participación de Ciudadanías Para la Paz, plataforma integrante del CNP y la Comisión de Paz de la Universidad del Cauca, como gestora de algunos de estos espacios.

CI MV/FC/22/09/2023/15:00

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