Música- Disfrutemos las últimas producciones de Café Atlántico (Eduardo Parra Istúriz*): Amor y salsa con Pablo Milanés/ Ver-Rubén Blades arrancó risas y lágrimas caribeñas en el Luna Park de Buenos Aires/

04 Junio, 2023
¡Cuéntale a los demás!

(RCA – 03/06/2023) Hace pocos días fue lanzado Amor y Salsa – 80 aniversario, un álbum póstumo de duetos con Pablo Milanés, que recrea una veintena de sus canciones con instrumentación y arreglos salseros. Se trata de un álbum doble que ya está disponible en las plataformas digitales.

Eduardo Parra Istúriz

Amor y Salsa – 80 aniversario fue el último proyecto en que participó Milanés, quien puso su confianza en las capacidades del arreglista y director musical Dagoberto González Jr. para que le diese sabor y saoco a sus temas, en su mayoría sones y trova.

Al combo, nunca mejor dicho, se suman las voces de cantantes como Andy Montañez, Ismael Miranda, José Alberto El Canario, La India, Luis Enrique y Oscar D’ León, por nombrar a los que tienen experiencia en el mundo salsero; paro también ha curiosidades como los españoles Alejandro Sanz, Ana Belén y Rosario Flores, quienes nunca han destacado en el género del Caribe.

El trabajo se grabó de manera alternativa en varias locaciones, contando La Habana, Miami o Nueva York, y lamentablemente no pudo culminarse antes de que Milanés falleciera en noviembre pasado.

Pero ahora el disco ya está disponible para nuestro disfrute y lo compartimos con ustedes.

 

Nota (1r) ir al enlace para disfrutar las canciones 

 

Amor y salsa con Pablo Milanés

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Rubén Blades arrancó risas y lágrimas caribeñas en el Luna Park de Buenos Aires

¡Cuéntale a los demás!

(RCA – 02/06/2023) Rubén Blades inició su gira Salswing Tour 2023 junto a la Big Band de Roberto Delgado con un lleno total en el icónico Luna Park de Buenos Aires. El salsero panameño ofreció un espectáculo memorable que duró tres horas.

Eduardo Parra Istúriz*
Fotos: Rafael Quinteros y Franco Fafasuli

Al Luna Park a escuchar salsa

Antes de que dieran apertura a las puertas del Luna Park, ya estábamos allí. Era emocionante tener la oportunidad de ver a uno de los más importantes e icónicos representantes de una era gloriosa de la salsa, especialmente en Buenos Aires, una ciudad que tiene de todo, pero salsa, en honor a la verdad, hay muy poca.

Al llegar escuché el acento de los que habían llegado antes e hice una brevísima encuesta:

¿Cuántos son venezolanos?”

¡Todos! – fue la respuesta unánime en la fila de la Puerta 4. Esto me daba una idea de lo que iba a ocurrir un par de horas después.

A las 7:10 ingresamos a la sala y en poco tiempo inició una canción ¡en portugués! Se trataba de Perotá Chingó, una agrupación local que luego dio paso a Sofía Viola. Entre las tres y sus músicos acompañantes dieron notas argentinas a un concierto que olía a Caribe.

Los cinco temas que presentaron dieron clara muestra de su talento y una estupenda combinación de voces que luchaba contra el infame eco de la gente que desatendía su canto (así es el Luna Park, porque se construyó para ver boxeo, no para escuchar música). También se entiende que la gente tuviese poco interés, porque el estilo de las chicas y el de Rubén Blades están bastante lejos.

Señores, la gente vino a escuchar salsa.

Pitazo inicial con Plástico

Con 74 años a cuestas, casi 75, Rubén Blades sigue cantando sus temas en el tono en que los grabó, lo cual es una proeza. Es uno de los pocos sobrevivientes entre quienes dieron vida a la mejor salsa que se hizo en Nueva York a partir de los años ‘60 y hasta el día de hoy.

Son más los compañeros que se ha llevado la muerte que los que resisten y él está muy consciente de ello, así que durante las tres horas del concierto abundaron las referencias a su propia historia, lo mismo que a las de sus colegas e inspiradores. Vaticinó que es muy poco probable que regrese a Argentina, porque pasaron 9 años desde la vez anterior y “ahora tengo 75 años”.

Desde el principio se destacó el estupendo trabajo visual que acompañó desde un enorme backing digital todo el eventoo. Hubo allí una presentación gráfica extraordinaria y coordinada milimétricamente con los temas que hizo la banda. Sin embargo la calidad del sonido no fue la mejor.

Ojo, controlar el sonido en un recinto como el Luna Park es un verdadero reto; la arquitectura del lugar genera muchísimo eco y ensucia lo que llega a los asistentes que están más lejos de la tarima. Para compensarlo, el volumen de la banda estuvo altísimo todo el tiempo, pero competía con el protagonista de la noche.

Se percibía, al menos desde mi localidad, un desbalance importante entre graves y agudos en favor de estos últimos. Por último, al bombo de la batería le sobraba toda la intensidad que le negaron al bajo, que nunca se hizo notar, ni siquiera en la introducción de Plástico.

Y fue así que comenzó: con el exitazo de 1978, Plástico, perteneciente al disco Siembra, que grabó junto a su entonces socio, Willie Colón, pero esta vez acompañado de una Big Band que se acomoda a las necesidades de cada tema, demostrando una versatilidad tremenda.

 

Un político panameño en el Luna Park

El segundo tema fue el estándar de Tito Puente, Mambo Herd, que sirvió de excusa para que los 21 músicos de la banda se lucieran y mostraran su afinque. Durante todo el concierto, cada vez que la banda tocaba un instrumental o venía un solo de alguno de los maestros, Blades se apartaba para no distraer la atención del protagonista en ese momento.

Tras ese tremendo mambo el concierto dio paso, tema tras tema, a algunos de los clásicos que dieron contexto social a la salsa, con letras contundentes.

En la medida en que avanzaba la música, la emoción de la gente iba in crescendo, evidenciándose en vehementes coros que repetían letras conocidas, escuchadas cientos de veces por un personal que ha pasado la vida ensayando, sin saberlo, para este concierto.

Entre canción y canción Rubén destacó la vigencia de sus letras, escritas hace 50 años, y mencionó algunos paralelismos entre la dictadura argentina y la panameña. Habló acerca de la corrupción como gran mal de los gobiernos latinoamericanos y destacó la función pública en la que tuvo experiencia cuando fue ministro de Turismo en Panamá.

No faltaron, por supuesto, las evocaciones a la última ocasión en que estuvo en Argentina, en 2014, cuando presentó su disco de tangos; ni la primera hace 40 años, para presentar Buscando América.

En ese LP de 1983 se encuentra el tema Decisiones, que en Panamá se cantó con una letra ligeramente modificada para evitar la censura (y casi censuraron el disco); y también El padre Antonio y el monaguillo Andrés, que se refiere a la labor de denuncia y posterior asesinato del cura salvadoreño Oscar Arnulfo Romero.

Y así cierra un primer bloque de canciones de enorme contenido político para luego buscar temas que van al individuo, al sentimiento.

En un Luna Park con gran presencia de inmigrantes, el tema Todos Vuelven fue una estocada para un público que ya estaba conmovido con el recuerdo de Noland, madre del cantante, quien falleció de cáncer, como nos relató en Amor y control.

¿Jazz?, Bien, pero dame sabor…

La salsa es producto de una mezcla que tiene como base ritmos cubanos como el son, el montuno o el guaguancó, con elementos jazzísticos que se incorporan allí. De modo que ahora tocaba el turno al jazz y a una nueva demostración de talento por parte de la Big Band de Roberto Delgado.

Tres temas temas del ámbito jazzístico; uno de ellos en homenaje a Frank Sinatra, rebajaron drásticamente el clímax (y el clima) que se había alcanzado con la primera mitad del concierto. Interpretados magistralmente, estos tres temas pasaron con más pena que gloria porque nadie los coreó, nadie los conocía y claro, nadie los esperaba porque, reiteramos, esta gente vino a escuchar salsa.

Pero Rubén fue muy hábil y entonces evocó al cantante de los cantantes, Héctor Lavoe, y cantó el tema que el boricua inmortalizó: El cantante. Lo interesante es que Roberto Delgado hizo arreglos muy similares a los que en su día usó la orquesta de Lavoe, así que la gente volvió a corear y vibrar con intensidad.

El concierto se reanudó con varios temas, sobre todo de amor, tanto de los imaginarios como de los que el poeta vivió y perdió. El bolero Ya no me duele permitió incluso reírse del despecho.

No faltó Maestra Vida, ni mucho menos el esperado Pedro Navaja; al igual que Plástico, incluido en el disco Siembra, el más vendido en toda la carrera del poeta de la salsa.

¿Luna Park o Poliedro de Caracas?

Como hemos comentado antes, el público inmigrante que asistió a este concierto era muy numeroso. El simple hecho de que Blades no se haya presentado durante nueve años en Argentina y ahora regrese es revelador de una realidad: el público caribeño ha crecido en número de manera importante, y es ahí donde entramos los venezolanos.

– ¡Panamá!
– ¡Presente!

– ¡Argentina!
– ¡Presente!

– ¡Venezuela!
– ¡¡¡ PRESENTEEEE!!!

El grito contundente de la comunidad venezolana llenó el éter y fue realmente impresionante formar parte de ello. Desde lo alto contamos las banderas que alcanzábamos a ver en el público y había dos argentinas, dos panameñas, una uruguaya, una colombiana y no menos de 10 tricolores venezolanos.

La única bandera visible es un tricolor venezolano

Quizá por eso Rubén Blades tuvo dos cortocircuitos en medio del espectáculo: el primero cuando dijo que estaba muy feliz de encontrarse en la tierra de Simón Bolívar, detalle que seguramente no pasó inadvertido a los argentinos presentes. La segunda vez fue al final, en una de las paradas de Pedro Navaja, cuando soltó “La tierra de Messi… Simón Bolívar”.

Tal vez se equivocó, tal vez fue una manera de saludar al público venezolano; si tenemos suerte, él mismo lo aclarará más adelante. Mientras tanto agradecemos haber tenido la oportunidad de verlo en persona una vez más: ¡camará!, te da y te quita, te quita y te da.

Por otra parte, queda la clara impresión de que el público caribeño es capaz de llenar grandes escenarios en Buenos Aires cuando de salsa se trata… ¿Oscar de León y la Dimensión Latina, para cuando?…

Esta noche, Salswing Tour 2023 llega al Movistar Arena en Santiago de Chile y, para despedirnos al estilo de Maestra Vida… ¡Saravá!

 

 

 

 

Rubén Blades arrancó risas y lágrimas caribeñas en el Luna Park de Buenos Aires

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1resisto.com: UNA NOTA MUY BUENA…

 

Silvio Rodríguez recibió doctorado Honoris Causa

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1resisto.vom: y UNA NOTA CON MUCHO DOLOR….

 

Falleció en pleno concierto Juan Carlos Formell

 

 

*Eduardo Parra Istúriz. Músico y difusor cultural. Conductor de Café Atlántico en Youtube. Y se identifica así: “Soy periodista, también soy músico. Poeta, un poco. Igual que tú, llevo dolor y alegría entre pecho y espalda. Negro, indio y blanco; …”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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