24 de abril
Por CADTM
El fin de semana del 21 al 23 de abril se han celebrado en El Ateneo La Maliciosa las Jornadas internacionales sobre deuda y fondos buitre de Madrid. Han sido tres intensos días en los que ponentes de distintos países y sectores han abordado presencialmente y en remoto, de manera crítica, las problemáticas de la deuda y los fondos buitre desde diferentes ángulos, con el fin de trazar un diagnóstico, intercambiar experiencias y buscar soluciones operativas a sus consecuencias.
Han sido organizadas por la Plataforma contra los fondos buitre, que está formada por Audita Sanidad, El pueblo que queremos, ATTAC España, Coordinadora de Vivienda de Madrid, CADTM, Ecologistas en Acción, FRAVM y Observatorio CODE. Y han contado con la colaboración de la Fundación Rosa Luxemburgo y la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD).
Las jornadas han finalizado con el lanzamiento y lectura del “Manifiesto de Madrid contra la deuda ilegítima y la actuación de los fondos de inversión”, que ha recogido las diversas propuestas obtenidas a lo largo de las mismas, que se puede leer a continuación.
MANIFIESTO DE MADRID CONTRA LA DEUDA ILEGÍTIMA y la ACTUACIÓN DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN
La economía mundial de las últimas décadas ha tenido en la supremacía del capital financiero, tanto política como económicamente, una de sus características principales. Ello no hubiera sido posible sin las grandes trasformaciones realizadas durante los años 80 del siglo pasado, que sentaron las bases para una acumulación en favor de los intereses del capital, a través de la globalización de las economías mediante la apertura externa de las mismas, en especial la liberalización de los mercados financieros internacionales, y, también, de la liberalización y privatización de sectores productivos básicos, así como el constante retroceso de las rentas salariales en el producto nacional.
La historia nos muestra una recurrencia de las crisis, que evidencia una serie de debilidades intrínsecas al funcionamiento del sistema capitalista. La naturaleza de las crisis financieras tiene como sustrato común, que los sistemas financieros entran en una expansión de crédito más allá de los parámetros racionales y que los recursos ofrecidos por las entidades financieras, tanto públicas como privadas, producen espirales de deuda en los agentes económicos.
Hace quince años se originó una de las peores crisis de deuda en el sistema bancario estadounidense que se transmitió a todos los sistemas financieros. En Europa explotó, a diferencia de EEUU, como una crisis bancaria ya que los bancos poseían el 80% de los préstamos hipotecarios.
Las autoridades de la Unión Europea y el Estado español reaccionaron con un paquete de medidas para rescatar a los bancos. El resultado supuso que millones de personas perdieran sus puestos de trabajo, sus hogares, su protección social y se cebó especialmente con las mujeres.
La receta del Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI fue la imposición de políticas de austeridad traducidas en recortes en derechos sociales. La prioridad estaba en salvar al sistema, y restaurar la confianza en el sector financiero.
Hoy quince años después nos preguntamos si estamos igual . ¿O peor?
El panorama de la deuda pública de los países Europeos ha empeorado considerablemente frente a los niveles prepandémicos. Tres años después de la emergencia sanitaria del Covid-19, y después de casi dos años de inversión y ayudas públicas dirigidas a la recuperación económica y la contención de la crisis energética, los Estados miembros llegan con un alto nivel de endeudamiento – en el caso del Estado Español con una deuda pública del estado central del 116% del PIB y de gobiernos periféricos como el del País Valencià de más del 50% de su PIB -, con las grandes corporaciones con beneficios históricos, y con buena parte de la ciudadanía europea en apuros.
La principal causa de este aumento es la decisión de los gobiernos de no gravar a las grandes empresas que se han aprovechado de las crisis sanitaria y energética y de la guerra para aumentar ilegítimamente sus beneficios. En lugar de financiar el gasto público aumentando los impuestos a los más ricos, especialmente a los que se enriquecieron durante la crisis a costa de la desgracia de la población, los gobiernos han recurrido una vez más al endeudamiento ilegítimo.
En la actualidad, en el estado español, los pagos anuales del servicio de la deuda limitan de forma significativa la inversión en la cobertura de necesidades sociales básicas esenciales para la ciudadanía como por ejemplo, sanidad, vivienda, servicios sociales, educación, etc. La deuda se muestra como insostenible.
Ante este panorama de endeudamiento público preocupante, la Comisión Europea (CE) presentó en noviembre del 2022 una propuesta de reforma del marco de gobernanza económica europea, para debatir y negociar con los Estados cómo será la vuelta al Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). Hablamos de la máxima sacrosanta de no superar el «3% de déficit» y «60% de deuda pública» en aras de la estabilidad de la economía europea y del euro.
Según la Comisión llega el momento de saldar las cuentas y pensar cómo volver al PEC. Esto preocupa porque nos hace preguntar ¿Quién va a pagar toda esta deuda? ¿Nos espera una nueva ola de recortes y políticas de austeridad?
Mientras tanto, el casino financiero global sigue su curso y sigue representando un riesgo importante para la sociedad; los lobbies erosionan la democracia y crece la deuda mundial; una sistemática evasión de impuestos ya es endémica y estructural; el gran capital privado se ha apoderado de la llamada transición ecológica; los grandes fondos de inversión colonizan los servicios públicos esenciales y la economía productiva.
Con la decisión del BCE de subir bruscamente los tipos de interés siguiendo el ejemplo de la Reserva Federal estadounidense, la nueva crisis de la deuda pública y privada que venía madurando adquirió formas agudas, afectando principalmente a los países del Sur. Poco a poco, esta subida de los tipos de interés hará cada vez más insoportable el reembolso de las deudas públicas y privadas. Los movimientos contra las deudas ilegítimas, que habían retrocedido en los últimos años durante el periodo del dinero fácil, tendrán que reactivarse.
Pensamos que este encuentro en Madrid nos brinda la oportunidad de abrir un nuevo espacio de debate público sobre las causas profundas de las crisis y lo que queremos hacer con el sector financiero. Debemos defender nuestro futuro e imponer una solución socialmente justa a la deuda actual. Estamos decididos a intensificar la lucha por un control democrático de las finanzas y por la socialización de la banca. La economía debe estar al servicio de la política y la política debe satisfacer las necesidades humanas.
Denunciamos el impacto negativo de una visión cortoplacista de los mercados financieros que dominan las formas de desarrollo de las sociedades, alimentan la desigualdad social, la pobreza, las salidas políticas estatalmente centralizadoras, autoritarias y austeritarias, el colapso de los servicios públicos y el cambio climático, por todo ello proponemos:
En relación con la deuda, exigimos:
• El fin de las políticas de austeridad impuestas en nombre del pago de la deuda por las instituciones financieras internacionales y los Estados, así como el fin de las políticas extractivistas y coloniales impuestas por los planes de ajuste estructural.
En el estado español, el fin de la falsa descentralización política y económica del modelo autonómico de «régimen común», la cual supedita el desarrollo de las naciones y regiones del estado y de su ciudadanía al mantenimiento de una élite política, económica y mediática que basa su poder en potenciar el dominio de la capital del estado.
Proponemos:
• La organización de auditorías ciudadanas de la deuda que identifiquen las deudas ilegítimas e insostenibles para su anulación. Potencien un proceso de desendeudamiento eficaz y equitativo y propicien una salida a la trampa de la deuda en la que están atrapados muchos ciudadanos, empresas y países. Este proceso de desendeudamiento forma parte del desarrollo de nuevos marcos económicos que huyan del desarrollismo y potencien la justicia social.
• La priorización del interés general antes del pago de la deuda. En este sentido, proponemos la derogación del artículo 135 de la Constitución que antepone el pago de la deuda por encima de cualquier gasto social.
• La creación de un servicio público de la banca y de los seguros, de modo que sea gestionado bajo el control ciudadano por el interés general. Asimismo, para casos en los que los bancos minoristas fallen y requieran salvaguardia de sus depositantes, establecer un fondo especial de crisis en todos los países, alimentado por una fiscalidad excepcional a las empresas financieras.
• Poner fin a la impunidad de evasores fiscales con la generalización del intercambio automático de datos bancarios y fiscales, más la supresión definitiva del secreto bancario para que los Estados puedan conocer e incautar los fondos ocultos en paraísos fiscales. En el estado español poner fin a la domiciliación fiscal de empresas en territorios en lo que no se origina su actividad económica.
• Buscar la recuperación de la soberanía de los estados frente al poder del mercado con un sistema de impuestos sobre la renta altamente progresivo.
• Poner el Banco Central Europeo (BCE) al servicio del interés general (y ya no de los mercados), lo que exige con carácter prioritario someter a control democrático el BCE, responsable de la política monetaria y de la supervisión bancaria, revocando la prohibición de que los Estados y gobiernos pidan préstamos a sus bancos centrales. Anular las deudas de la zona euro detenidas por el BCE lo que representa un promedio de 25% al 30% de la deuda soberana de la zona euro.
En relación con los fondos de inversión especulativos y los fondos buitre:
• Informar y explicar a la ciudadanía los graves perjuicios y enormes daños que los fondos buitre pueden causar en nuestras vidas.
• En el ámbito de los servicios básicos, de carácter público o privado, como la vivienda, la educación, la sanidad, los servicios sociales, los cuidados a nuestros mayores o al medio ambiente, reivindicamos la adopción de medidas que eviten la entrada de fondos especulativos en esos sectores y promuevan una gestión orientada a la satisfacción de las necesidades de la ciudadanía.
• Impulsar una Ley contra los fondos buitre en el territorio del Estado español, similar a la ley belga, pero que además impida operar a estos fondos que se enriquecen destrozando los derechos básicos de la población.
Hasta que se apruebe esta Ley, proponemos que se impida que reciban fondos públicos si no cumplen con unos mínimos de transparencia que incluyan desvelar la identidad de sus accionistas, quienes se enriquecen desde la opacidad destrozando los derechos básicos de la población.
• Impulsar el desarrollo de una normativa similar de alcance internacional, empezando por la Unión Europea, ya que los fondos buitre suelen recurrir a tribunales de países “amigos” para eludir las leyes estatales.
• La desaparición de las Guaridas Fiscales antes mal denominados Paraísos Fiscales.
Así que soñemos un poco… Lo anterior supondrá que las advertencias y demandas del movimiento social y ciudadano han sido finalmente escuchadas por las autoridades, internacionales, europeas y estatales, lo que finalmente ha significado la aplicación de reformas radicales para regular el sistema económico-financiero. Sus decisiones se inspiran en el interés público, la voz de la ciudadanía. Además, los problemas del medio ambiente y acabar con las desigualdades se convierten en prioridad.
Así que soñemos un poco… Lo anterior supondrá que las advertencias y demandas del movimiento social y ciudadano han sido finalmente escuchadas por las autoridades, internacionales, europeas y estatales, lo que finalmente ha significado la aplicación de reformas radicales para regular el sistema económico-financiero. Sus decisiones se inspiran en el interés público, la voz de la ciudadanía. Además, los problemas del medio ambiente y acabar con las desigualdades se convierten en prioridad.

Fuente: CADTM
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El director argentino ante el FMI les apuntó a tres economistas del gobierno de Macri
Una maniobra para desfinanciar al gobierno
Sergio Chodos sostuvo que hicieron lobby ante el Fondo para evitar que haya nuevos desembolsos financieros durante esta gestión. “Son antipatria”, aseguró.

El director argentino ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos, aseguró este domingo que tres economistas del gobierno de Mauricio Macri, a los que calificó de «antipatria», les pidieron a funcionarios del organismo multilateral que le no brinden asistencia financiera a la Argentina hasta que asuma una nueva gestión, según confirmó el propio funcionario a Página|12.
Fuentes oficiales confirmaron que los ex funcionarios a los que se hizo alusión Chodos son los exministros de Economía Alfonso Prat Gay y Hernán Lacunza y el ex presidente del Banco Central, Guido Sandleris. La denuncia llega en medio de un clima enrarecido por diversos rumores sobre una supuesta devaluación del peso que estaría preparando el gobierno, versiones que la semana pasada le dieron impulso a los dólares financieros y al blue y frenaron la liquidación de las divisas comprometidas como parte de la implementación del dólar agro.
Efecto pinzas
La sequía impactó de lleno en las cuentas públicas en un momento que ya venía siendo delicado por la escasez de reservas en el Banco Central y la dificultad para cumplir con las metas acordadas con el FMI. En ese contexto, el gobierno apostó al “dólar agro” para acelerar la liquidación de divisas al mismo tiempo que negocia con el FMI para flexibilizar las metas y conseguir recursos adicionales.
Los rumores de devaluación le pegaron de lleno a la estrategia destinada a seducir a los productores rurales para que vendan la soja. Si bien los ruidos comenzaron con el paper que hizo circular el entonces jefe de asesores del presidente, Antonio Aracre, luego obligado a renunciar, donde contemplaba la posibilidad de una devaluación, el gobierno puso la mira en la sociedad de bolsa Max Capital que el último viernes amplificó la versión de la devaluación del tipo de cambio oficial a través de un mensaje enviado a sus clientes donde decía que se produciría este lunes. “Lamentamos profundamente haber participado involuntariamente de la difusión de un rumor infundado que no representa la opinión institucional del grupo”, aseguraron el sábado a través de un comunicado en el que responsabilizaron a un empleado que “actuó por cuenta propia”.
Ahora Chodos denunció que en los últimos días hubo funcionarios del macrismo que le pidieron al FMI que no le gire más fondos a la Argentina, lo cual terminaría de complicar cualquier tipo de estrategia oficial para llegar con cierto equilibrio macroeconómico a las próximas elecciones. De ese modo, se completaría el efecto pinzas destinado a asfixiar al gobierno y forzar un estallido que reduzca al mínimo sus chances electorales ya que si el FMI no gira fondos Argentina entraría en default con el organismo.
Quiénes son los “antipatria”
Chodos no identificó a los economistas con nombre y apellido, simplemente se limitó a dar pistas sobre quienes serían con una especie de acertijo que hizo circular en la mañana del domingo a través de un cable de la agencia Noticias Argentinas, que el propio gobierno se encargó de distribuir para amplificar su impacto. «Uno que tiene a su esposa de directora haciendo trading, uno sospechado de lavado, y uno que declaró el default con nombre coqueto, llamaron a distintos funcionarios del FMI para pedir que no le den plata a la Argentina en este gobierno», aseguró.
«(Son) antipatria porque la deuda es de la Argentina por culpa de ellos y se contrajo para rescatar a tenedores de deuda privada en muchos casos vinculados y para financiar fuga de activos», sostuvo Chodos, quien en diálogo con PáginaI12 confirmó la denuncia.
Luego agregó: «Es triste y antipatria también considerando que todo el marco de relación con el FMI pasó a ser discutido de cara a la sociedad, habiendo pasado por el Congreso, y no cerrado a espaldas del pueblo y contra sus intereses».
Por último, Chodos recordó que hubo «irregularidades internas» cuando durante la gestión de Mauricio Macri se firmó el acuerdo con el FMI «a espaldas del Congreso y de la sociedad». «Esta conducta también refresca y puede vincularse al dictamen de la Auditoria General de la Nación (AGN) que marca las irregularidades internas del acuerdo que el gobierno firmó en 2018 a espaldas del Congreso y la sociedad», concluyó.
Fuentes oficiales aseguraron a este diario que les llama la atención que los exfuncionarios macristas se hayan puesto en contacto con el Fondo para pedirle a ejecutivos del organismo multilateral que colaboren para que Argentina entre en default con el propio organismo. “Es realmente absurdo”, subrayaron.
A su vez, remarcaron que el acuerdo que intentan boicotear no es el que Macri firmó en 2018 sino la solución del programa de 2018. De hecho, el propio FMI cuestionó en duros términos el acuerdo de Macri en la Evaluación Ex Post del programa (EPE, por su sigla en inglés) que hizo el organismo a fines de 2021. Allí reconocieron que fue un programa destinado a financiar la fuga. “El programa no cumplió con sus objetivos, a pesar de las importantes modificaciones de las políticas económicas. El aumento de los reembolsos, junto con la fuga de capitales de los residentes, ejerció una presión considerable sobre el tipo de cambio”, aseguró entonces el FMI.
Lacunza desmintió la versión de un supuesto lobby para propiciar el default con el FMI a través de un tweet: “Siempre es útil la teoría conspirativa para explicar falencias propias. Así, riesgo cambiario depende rumores del mercado; desembolso FMI de lo que presuntamente diga la oposición. No atrasen tipo de cambio y rumor será inverosímil, cumplan con programa y desembolso garantizado”. Sandleris se limitó a retwittear el mensaje de Lacunza.
Por lo general, estar versiones son difíciles de probar. De hecho, hasta el día de hoy se discute si efectivamente un joven Domingo Cavallo le pidió al FMI entre fines de 1988 y principios de 1989 que no le giraran más fondos a la Argentina, tal como denunció entonces el gobierno de Raúl Alfonsín. En aquel entonces los fondos no llegaron y el gobierno se vio forzado a devaluar lo que terminó acelerando una crisis hiperinflacionaria que derivó en la entrega anticipada del mandato.
Antecedentes
Más allá de los rumores y de los propios errores de gestión que cometió el gobierno, desde la oposición se ha venido agitando en los últimos meses un discurso incendiario. El 6 de febrero la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio difundió un comunicado en el que se expresó “en contra de la utilización de instrumentos financieros en pesos, ajustados en dólares con tasas de interés imposibles de pagar, o en dólares a tasas usurarias” porque “con esto, el gobierno nacional no hace más que especular con dejar una bomba de tiempo al próximo gobierno”. El gobierno y distintos analistas de mercado interpretaron el mensaje como un intento destinado a entorpecer la estrategia de financiamiento oficial y así acelerar la crisis.
El analista financiero Christian Buteler, crítico del oficialismo, aseguró en ese momento que “claramente ese tipo de declaraciones pueden llegar a afectar a los bonos y Letras del Tesoro con el correspondiente problema que eso trae para el financiamiento que necesita el Gobierno”, sostuvo e interpretó que, con este comunicado, JxC busca “provocar” algún tipo de crisis en la deuda argentina, lo que podría acelerar los problemas que enfrenta la economía. “Las dudas en el mercado son acerca de lo que puede llegar a pasar. Y esto viene a incrementar esas dudas y a desestabilizar. Creo que es algo bastante irresponsable y riesgoso”, advirtió entonces.
El domingo 5 de marzo los bloques legislativos de Juntos por el Cambio emitieron un duro comunicado en el que cuestionaron el canje de deuda que impulsa el ministro de Economía, Sergio Massa. “Supondrá un enorme riesgo para los argentinos porque podría desembocar en un salto inflacionario aún mayor”, advirtieron los diputados y senadores opositores. «Díganlo sin vergüenza! Quieren que explote Argentina», les respondió ese día Sebastián Galmarini, director del Banco Provincia, hermano de la titular de AySA, Malena Galmarini, y cuñado de Sergio Massa.
Fuente: Página/12