España – Los trabajadores de Lidl en Narón llevan en huelga 67 días para exigir que se cumpla su convenio

Por Juan Oliver

Los trabajadores del almacén logístico de Lidl en Narón (A Coruña) cumplen este viernes 67 días en huelga. Reclaman a la empresa que cumpla las condiciones del convenio colectivo y protestan por el exceso de horas extraordinarias al que se ven sometidos. Se trata de uno de los conflictos laborales más largos del sector de la distribución de alimentos en Galicia.

Lidl pertenece a la multinacional alemana Grupo Schwartz y cuenta en España con 650 tiendas, 11 plataformas logísticas y 17.500 empleados. Unos 150 de ellos trabajan en el almacén de Narón, a ocho kilómetros de Ferrol.

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Según la Confederación Intersindical Galega (CIG), la dirección de la empresa lleva años obligándoles a hacer horas extras muy por encima de las 80 anuales que contempla como máximo la legislación laboral española. La Xunta ha abierto por ello expediente sancionador a la compañía, tras constatar la veracidad de esa denuncia en al menos siete casos.

“A la empresa no le preocupa resolver las problemáticas laborales del almacén ni escuchar las demandas del personal, lo único que le preocupa son las pérdidas económicas, algo que choca con su negativa rotunda a sentarse negociar para llegar a un acuerdo y acabar con el conflicto”, afirma Cristina Martínez Padín, de la CIG-Servizos de Ferrol.

La plantilla inició un paro de tres días el pasado 9 de febrero, que fue secundado por el 100% del personal. Según sus representantes, la dirección se negó a sentarse a negociar y además demandó a la CIG por los “perjuicios económicos” causados por la protesta. Los empleados decidieron entonces emprender un paro indefinido. Llevan en huelga desde el 14 de febrero.

20/4/23 Protesta de los trabajadores de Lidl por las calles de Narón.
Protesta de los trabajadores de Lidl por las calles de Narón. CIG

Martínez Padín recuerda el comité de empresa lleva cuatro años presentando denuncias ante la Inspección de Trabajo por el exceso de horas extraordinarias, y para reclamar la regulación de las contrataciones, sin que la dirección haga caso de las resoluciones del organismo. “No es tanto lo que pedimos: que se amplíen las jornadas parciales y se refuerce el personal, si es preciso, para poder afrontar la carga de trabajo que hay. Pero la empresa mantiene una actitud chulesca y prepotente y no quiere dialogar”, añade.

Los trabajadores también denuncian que desde el inicio de los paros, Lidl ha recurrido a esquiroles del departamento de oficinas y de otros centros de trabajo para cubrir sus puestos, una práctica ilegal que motivó la intervención de la Inspección de Trabajo. Posteriormente, la dirección trasladó la actividad a otros almacenes de Euskadi y Madrid para evitar el desabastecimiento de sus supermercados en el noroeste de España.

El pasado 28 de marzo llevaron a la empresa a juicio por vulnerar su derecho fundamental a la huelga. Ese día se manifestaron ante los juzgados de Ferrol, y han repetido acciones similares en varias ocasiones a lo largo de estos más de dos meses. De esa manera tratan de hacer visible una movilización que la empresa combate, aseguran, intentando que sus tiendas no estén desabastecidas, “para trasladarle a la clientela la imagen de que no hay conflicto o de que la huelga apenas tiene seguimiento”.

Lidl defiende su acuerdo con los trabajadores

Público ha pedido a la empresa hablar con uno de sus portavoces para consultarle sobre el expediente de la Xunta, sobre los apercibimientos de la Inspección de Trabajo y sobre las acusaciones de vulnerar el derecho a la huelga de sus empleados. La compañía ha respondido con un comunicado en el que no aborda esos temas, pero en el que  asegura que las reivindicaciones que han llevado a la convocatoria  “provienen de un sindicato minoritario que, a día de hoy, supone solo un 1,95% del total de los representantes legales de los trabajadores de Lidl a nivel nacional”. Por ello, entiende que las demandas de la plantilla de Narón “implican romper la unidad y el consenso alcanzados en su día con la amplia mayoría de los representantes legales de los trabajadores”.

Lidl añade que ,los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, cuentan con el 73% de los delegados, “representando así a la amplia mayoría de los trabajadores de los 14 centros de trabajo” de A Coruña”. Lo cierto es que la CIG es mayoritaria en el comité del almacén logístico de Narón, y es el sindicato mayoritario tanto en A Coruña como en toda Galicia, donde cuenta con más de 4.500 delegados -UGT y CCOO están por debajo de los 4.000 cada uno-.

Lidl se defiende recordando que el año pasado firmó con CCOO y UGT un convenio colectivo -en cuya negociación no participó la CIG- que, en su opinión, “blinda avances significativos en los ámbitos de la retribución y los derechos” de sus más de 15.500 empleados y empleadas. La compañía explica que el citado convenio garantiza una subida salarial de entre el 18% y el 19% hasta 2025, con una cláusula de revisión salarial de hasta un 4% más al finalizar la vigencia del convenio. “Estos aumentos salariales son los mayores del sector de la distribución en España“, añade el comunicado.

En el último ejercicio fiscal Lidl obtuvo unos beneficios de 192,6 millones de euros después de impuestos. EL director general corporativo en España de la compañía es Ferrán Figueras, quien en  una entrevista el pasado enero, antes de las huelgas, aseguraba que dirige “una empresa de personas que trabaja para personas”, y que pretende garantizar a sus empleados “el mejor marco laboral“.

Tomado de publico.es

 

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