Venezuela- Los recursos públicos como “botín”: las recientes detenciones, punta del iceberg de una corrupción generalizada/ Ver- El presidente Maduro debe responder: ¿Dónde están los tres mil millones de dólares?/ Trabajadores y jubilados de la Cantv protestaron este 24-M para exigir sus derechos contractuales

 

Las detenciones de altos funcionarios públicos, militares, jueces, un diputado y un alcalde, más algunos empresarios por casos de corrupción, sobre todo asociados a PDVSA, hasta la renuncia de Tareck El Assaimi, a quien estarían vinculados varios de los detenidos, vuelven a evidenciar la podredumbre reinante en las altas esferas del poder en Venezuela. Los recursos del Estado como “botín”, la evidente putrefacción en el gobierno y el cinismo de la oposición, embarrada también en grandes corruptelas con el manejo de activos en el exterior.

Lo que sale a la luz pública no es una lucha anticorrupción por parte del gobierno de Nicolás Maduro como lo presentan. Las denuncias por corrupción han sido la constante años antes de este episodio, incluso por altos funcionarios posteriormente obligados a abandonar sus cargos, el triste recuerdo de los 20 mil millones de dólares que se fueron en “empresas de maletín” sólo en un año, en 2012, están allí para el presente.

Ni hablar de la enorme fuga de capitales en más de década y media que asciende a 500 mil millones de dólares, “fiesta” de la que participaron entes gubernamentales, testaferros y empresarios afines y todo el empoderamiento económico y político del país, incluyendo a partidos de la oposición. Uno de los más grandes saqueos de la historia nacional, donde el Estado venezolano constituyó el verdadero “botín”. No hay hueso sano en toda esta podredumbre capitalista del país y ponen en evidencia la bancarrota moral de todas las fracciones políticas burguesas.

¿Ajuste de cuentas entre las camarillas gobernantes?

El caso de la desaparición de más de 3 mil millones de dólares, o que nunca entraron en las cuentas nacionales, y por lo que están rodado cabezas, no es de especular que pueda obedecer a luchas o purgas internas entre las propias camarillas gobernantes, y que hasta el momento se habían mantenido cerrando filas luego del fallecimiento de Chávez, pues mayores han sido los desfalcos en años anteriores y los supieron mantener en el encubrimiento en medio de sus pujas internas y que casi nunca salían a la luz pública. Sin embargo, la actual crisis desnuda la descomposición política profunda, la podredumbre y corrupción reinante en las esferas del poder y más allá.

Como en todo gobierno y régimen capitalista, y el de Venezuela no escapa a ello, variadas facciones políticas exhiben su podredumbre en sus disputas de poder y ajustes de cuentas, para desbarrancar a unos y a otros o acallar a quien levante la cabeza y tener más control del entramado del aparato estatal.

El país está en negociaciones con el imperialismo y con la oposición, donde la voz cantante la lleva Estados Unidos, se avecinan elecciones presidenciales, transiciones políticas, por tanto las tensiones internas en esa puja de poder muestran la forma más podrida que une a las camarillas de las cuales se ha sostenido el gobierno de Maduro.

Para muchos, la renuncia de Tareck El Assaimi luego de la ola de arrestos fue sorpresiva. No en vano, se trata de una poderosa figura en las altas esferas gubernamentales –o por lo menos así era hasta ahora–, constituye el primer caso de un integrante del primer escalón y figura clave en la industria petrolera que anuncia su renuncia. Esto luego de que la llamada Policía Nacional contra la Corrupción (PNCC), un cuerpo que actúa como brazo directo y bajo las órdenes del Ejecutivo, anunciara la semana pasada una “investigación profunda” de una trama del desvío de los ya conocidos 3.000 millones de dólares de pagos por crudo en criptoactivos en 2022.

Al momento de escribir este artículo, casi 20 funcionarios han sido detenidos, “y seguro vendrán más”, afirmó Jorge Rodríguez, sin embargo sólo se conoce la identidad de ocho de los detenidos. Tres de ellos con vínculos con El Aissami: el vicepresidente de Comercio y Suministro de Calidad de PDVSA, coronel Antonio Pérez Suárez; Joselit Ramírez, Superintendente de Criptoactivos de Venezuela (SUNACRIP), que maneja los fondos de la industria petrolera a través de criptomonedas y el diputado Hugbel Roa, creador del Petro, la criptomoneda estatal “respaldada” en las reservas de crudo del país.

Si bien el saqueo vía los más diversos mecanismos de corruptela han sido mayores en muchos casos anteriores, 3 mil millones de dólares no es una cifra menor. De acuerdo a la firma Ecoanalítica los ingresos en divisas del Estado venezolano en 2022 fueron de 25.000 millones de dólares. “Para que entendamos la magnitud del desfalco de 3.000 millones de dólares (…), lo desaparecido es equivalente al 12% del ingreso del año pasado”, indicó su director Adrúbal Oliveros. Otro indicador del desfalco denunciado es que a 3.000 millones de dólares asciende la cifra que el Gobierno exige que se libere de los fondos retenidos por EE.UU. y que pertenecen a Venezuela, en las negociaciones que se llevan a cabo en México.

Seguramente más adelante saldrán más cosas a la luz pública y más claroscuros de las disputas en lo más encumbrado del poder estarán a la vista. Pero mientras llevan a cabo todo este desfalco, todos coinciden en que continúe otro de los mayores saqueos que se ha conocido en el país, de dimensiones impresionantes, el robo al pueblo trabajador, sometido a condiciones de semiesclavitud salarial y cada vez más hundido en la miseria.

Resalta que esta mafia de corrupción se ensañaba con aquellos trabajadores o gerentes de bajo escalón que no se prestaban a las corruptelas, como el caso de Alfredo Chirino y Aryenis Torrealba, trabajadores de PDVSA, injuriados y encarcelados por acusaciones del propio Tareck El Aissami y por uno de los jueces recién detenido.

Bajo el chavismo ocurrió el mayor festín de corrupción de la historia nacional

Si algo ha quedado marcado en el balance del chavismo es el haber propiciado uno de los más grandes y voraz –quizás el mayor– festín de corrupción de la historia nacional. Corruptelas en los más variados espacios del Estado y del manejo de los recursos, con unos volúmenes tan brutales que están en el centro de muchas de las calamidades del país.

Baste recordar no más algunos casos emblemáticos: como “Pudreval”, la descomposición de miles y miles de toneladas de comidas por los sucios negocios con la comida subsidiada para el pueblo; miles de millones de dólares en cualquier cantidad de obras que nunca se terminaron (tercer puente sobre el Orinoco, segundo puente sobre el Lago de Maracaibo, ferrocarril Tinaco-Anaco, tren Guarenas-Guatire, siderúrgica Abreu E Lima, empresa Pulpaca, EPS Fábrica de tubo, etc.); los US$ 20 mil millones que se fueron en “empresas de maletín” solo en un año (2012); los supuestos 4 mil millones de Rafael Ramírez; el colapso del sistema eléctrico nacional producto, entre otras cosas. Años y años de gigantescas corruptelas con obras pagadas y nunca concretadas (la represa de Tocoma, el parque eólico de La Guajira, etc.); fraudes con la compra de maquinarias y equipos; quiebra de decenas de empresas estatales, incluyendo el desangramiento de PDVSA; y un largo etcétera.

La industria petrolera ha sido blanco de más de 25 investigaciones de corrupción desde 2017, sin contar la de los años anteriores, en muchísimas no terminaron en nada, y en otras rodaron algunas cabezas, como fueron los casos de la detención de altos funcionarios y dos ex ministros de Petróleo, Eulogio del Pino y Nelson Martínez, aunque este último falleció estando detenido, sin haberse nunca abierto juicio en el año que estuvo preso en la DGCIM, lo que permite especular si no se trató de un simple silenciamiento o ajuste de cuentas. Y lo que se ha destapado con las recientes detenciones no es más que la punta de un iceberg de una corrupción generalizada, y de la que se han beneficiado no solo el personal ligado al gobierno sino de sectores empresariales de todos los colores.

La “ley antibloqueo”: autopista libre para las corruptelas (y el entreguismo) con recursos públicos

La Ley Antibloqueo constituyó una verdadera mampara que elevó aún más niveles de corrupción. Si la corrupción rampante y en todos los niveles venía desde mucho tiempo antes, con la aplicación de esta Ley se abrió una descarada e insólita garantía “legal” del “secreto” para todo tipo de negociaciones, saqueo y corrupción. Bajo el secreto de Estado no se rendía cuentas a nadie, ni las otras instituciones del Estado que supuestamente deberían velar por los recursos, como la Contraloría General de la República.

Así la corrupción se elevaba a rango de ley de Estado, dando la mayor “seguridad” a negocios paralelos y así se establecía un “Régimen transitorio sobre reserva, confidencialidad y de divulgación limitada de información”, el mayor de los secretos de las negociaciones que se establezcan o véngase a acordar, abriendo el camino al curso entreguista, sin el más mínimo control, de las riquezas del Estado o de activos existentes en el territorio nacional o en el extranjero, u otros negociados oscuros, cuando se supone que deben ser de la mayor “transparencia pública”. Se buscaba amparar con una “Ley” la opacidad en todo lo que hace.

Se han aprovechado también los llamados “intermediarios” en la venta de petróleo, pero que podría involucrar también a altos funcionarios en las llamadas facturas “impagas” o pagos irrecuperables. De acuerdo a Reuters, “PDVSA ha acumulado 21.200 millones de dólares en cuentas por cobrar, según documentos vistos por Reuters, después de recurrir a docenas de intermediarios poco conocidos hace tres años para exportar su petróleo bajo las sanciones de Estados Unidos”. Muchos de estos “intermediarios”, serían fachada de “empresarios” vinculados en el esquema de corrupción.

De estos “incluyen alrededor de 3.600 millones de dólares en facturas potencialmente irrecuperables vinculadas a petroleros que abandonaron el país sin pagar por adelantado al menos una parte del valor de los cargamentos, a pesar de que los clientes habían aceptado esos términos, según los documentos.” Y que “Durante la auditoría, los departamentos de Finanzas Internacionales y Contabilidad de PDVSA dijeron que, según la documentación registrada por el sistema de contratos de la empresa, ejecutivos de la división Comercial y Abastecimiento habían estado autorizando la salida de cargamentos de aguas venezolanas sin completar el proceso de verificación de pago.” Justamente, uno de los detenidos es el jefe de dicha división Comercial y Abastecimiento, el coronel Antonio Pérez Suárez, a los que se habían sumado otros 20 ejecutivos que trabajaban para él que fueron detenidos.

El cinismo opositor, su desfalco y corruptela en los activos del Estado bajo su control

La oposición ha salido a hablar de la corrupción del gobierno de Maduro ante este nuevo escándalo, pero no pasan del más descarado cinismo. Basta recordar cuando el autodenominado “Gobierno paralelo” de Juan Guaidó apenas llevaban 10 meses, le explotaron más escandalosos casos de corrupción en tan poco tiempo que a cualquier otro gobierno realmente electo. Todo un récord en la materia, pues por lo general las ollas se comienzan a destapar pasado bastante tiempo. Para quienes no tenía las riendas reales del Estado, pero sí el manejo se cuantiosas cantidades de dinero vía los activos, cuentas líquidas y lo llegado en carácter de “ayuda”, se trataba de una marca que no había sido superada.

Así, en tan poco tiempo, estuvieron más que salpicados en el manejo oscuro de fondos con una corrupción galopante, y que los llevó incluso a una guerra intestinal entre sus facciones internas. Como vemos, en casos de corrupción y otros esquemas de igual calibre y misma envergadura, tanto los integrantes de los partidos de la oposición patronal de derecha como los del Gobierno son astillas del mismo palo, y que ahora se vienen hacer de abanderados anticorrupción.

Por eso es que estos sectores opositores no quedan fuera de todo este entramado de tener al Estado como “botín”. Una oposición que aún sigue manejando activos extraterritoriales del Estado venezolano, y de la que se han beneficiado, también con altos niveles de corrupción, y sobre los cuales no hay control alguno. Incluso entre ellos se denuncian para ajustar cuentas por pleitos de poder. Por eso, son puro cinismo las declaraciones de Juan Guaidó al hablar de la corrupción del gobierno, ellos sin ser gobierno de hecho muestran su podredumbre y descomposición.

La corrupción reina por todos lados

Tanto en el gobierno como en la oposición de derecha hay son políticos profesionales para quienes la administración de los recursos públicos es fuente de enriquecimiento, de negocios y de desarrollo de sus respectivas corruptelas. Es que el Estado es un “botín” por el cual una u otra facción política, cuando les toca gobernar, colocan a su personal en posiciones de privilegio y garantizan los negocios para su propio usufructo directamente o mediante testaferros, así como de grandes empresas. Así vemos que el Estado, como aparato de gestión de los negocios comunes de la burguesía y de la de sus propios componentes, se torna poco a poco con mayor claridad en una “asociación ilícita” a ojos de millones que ven que mientras los efectos sociales de la crisis aún son devastadores, estos sectores ven engordadas sus ganancias mil millonarias. Es que la cuestión de la corrupción en el capitalismo no son hechos aislados sino parte del propio funcionamiento del sistema.

Es que todo, desde tráfico de influencias, facilitadores, contratos públicos a dedo, falsificación de informes técnicos, prevaricación, extorsión, sobrefacturación, fraudes al Fisco, financiación ilegal y contabilidades paralelas, sobresueldos bajo la mesa, proyectos de construcción, “contratos” con la industria petrolera, sobornos, malversación de fondos públicos, enriquecimiento ilícito, blanqueo de capitales, son apenas algunas de las prácticas de los personeros del Estado y la clase a la que representan. Y ya lo vimos tanto en el gobierno de Maduro, como con el control de activos extraterritoriales que ha manejado y sigue manejando la oposición aún hoy, sin seguir existiendo la fantochada del gobierno paralelo de Guaidó.

Desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), que impulsa La Izquierda Diario, decimos claramente que hay que denunciar toda esta podredumbre y que es importante que los trabajadores tengamos una posición independiente, pues es el pueblo trabajador el que sufre las consecuencias y la mayor de las calamidades. La historia nacional está llena de grandes desfalcos al país y gestas de corrupción. Todos los regímenes burgueses que se han turnado -y el chavismo no ha sido la excepción-, unos más otro menos, según las circunstancias, han incurrido en estos crímenes contra el pueblo. Las fracciones patronales que hoy se disputan el poder, están también podridas, y el fin de la corrupción no va a venir de los mismos que hicieron y hacen negocios millonarios con y a través del Estado. Sostenemos la perspectiva estratégica de luchar por conquistar un gobierno propio de los trabajadores, como salida de fondo a esa historia y este presente de voraz robo de los recursos públicos, a costa de las necesidades de las mayorías populares.

 

Tomado de Aporrea.org

 

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El presidente Maduro debe responder: ¿Dónde están los tres mil millones de dólares?

 

En el marco de la presunta arremetida contra la corrupción anunciada por su gobierno

 

El lunes 20 de marzo del presente, en horas de la noche, el Presidente Nicolás Maduro, desde una reunión del Alto Mando Político Militar de la Revolución y el Buró Político del Comité Central del PSUV, como indistintamente fue definida la instancia que se estaba reuniendo en las instalaciones del Hotel Humboldt, se dirigió al país a través de los medios de comunicación social que su gobierno controla, para informar de la operación especial, personalmente dirigida por él, que habría culminado con la detención de varios empresarios, varios militares, varios jueces, varios altos cargos tanto en PDVSA como en la Superintendencia Nacional de Criptoactivos, varias autoridades electas como el alcalde de Tejerías y algún diputado; por su participación en un variado menú de actividades delictivas que van desde la asociación para delinquir con quien el Presidente Maduro catalogó de enemigo público número uno, alias “El Conejo”, cual es el caso del alcalde de Tejerías, hasta la desaparición de tres mil millones de dólares entre la vicepresidencia de Comercio y Suministro de PDVSA y la Superintendencia Nacional de Criptoactivos, pasando por extorsión de jueces a empresarios de la construcción, venta de sentencias a narcotraficantes y trata de personas para redes de prostitución.

En su intervención, el Presidente Maduro dijo haber dirigido personalmente la investigación, el seguimiento y la captura de los, por ahora, diecinueve detenidos, con el apoyo de la Policía Nacional Contra la Corrupción, el SEBIN y otros cuerpos de inteligencia. La Contraloría General de la República no fue mencionada. Tampoco el CICPC. A pesar de que los 19 detenidos sólo podían llamarse imputados, puesto que todavía no ha habido juicio. Durante su intervención el Presidente Maduro se encargó de juzgar y sentenciar. Ya no son presuntos, ya la certeza que tiene el Presidente Maduro es prueba suficiente, y antes de ser juzgados ya se les declara culpables. El caso más descarado es haber detenido al diputado Hugbel Roa sin antes haberlo despojado de la inmunidad parlamentaria que ostentaba.

El Presidente Maduro terminó su intervención pidiéndole al pueblo su colaboración en esta lucha frontal contra lo que él mismo llamó el bandidaje.

Desde la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución (PCDC) queremos ayudar a impedir que éste sea tan solo otro escándalo de marzo 2023, en proceso de ser tapado por uno más reciente, en una hojarasca de escándalos que se apelmazan uno sobre el otro, en donde el actual esconde al anterior, y así sucesivamente. Que tuviéramos capacidad para relacionar esos tres mil millones de dólares, hoy por hoy sepultados en el ciberespacio para, llegado el momento oportuno, descubrirlos en algún paraíso fiscal del planeta, y rescatarlo para la atención de tanta y tantas necesidades, en especial en la lucha por el salario y las pensiones. Que los maestros y las enfermeras le pudieran decir al Presidente Maduro. ¿Viste que sí hay recursos? ¡Lo que pasa es que se los roban!

El germen de lo que hoy es la PCDC fue la Plataforma por una Auditoría Pública y Ciudadana que en 2015 emplazó al entonces Poder Moral Republicano, conformado por la Fiscalía General, la Contraloría General y la Defensoría del Pueblo que, en aquel entonces encabezaba Tarek William Saab, quien hoy es Fiscal General; a realizar un proceso de auditoría pública y ciudadana. Ese año 2015 el Consejo Moral Republicano se declaró incompetente para desarrollar dicha auditoría pública. Desde ahí hasta el presente hemos identificado al Desfalco contra la Nación como un lugar político insoslayable. Hemos sostenido que de la recuperación del DESFALCO vendrá, además de los beneficios inmediatos en la solución de problemas urgentes de nuestra sociedad como dotación de hospitales, en escuelas y universidades y en los salarios, la reconstrucción de la moral ciudadana. La recolocación de la honestidad en el horizonte moral colectivo. Ningunas conchas de ajo.

Ya en el 2015 vivimos como país la experiencia de Abastos Bicentenario y del bachaqueo; y recordamos al presidente Maduro cuando nos dijo que todo eso (refiriéndose a Abastos Bicentenario) se pudrió. Y sucesivamente jamás hubo recuperación del patrimonio desfalcado. Eso se pudrió, como dijo Nicolás Maduro y robados nos quedamos, pero, además, la opacidad prevalece, sin cifras, montos claros y sin responsables o castigo para los culpables.

Que esa sea la clave de nuestra conducta frente a este nuevo “terremoto” en el cual los que ayer merecieron la confianza de Nicolás Maduro para que los nombrara en sus cargos, y de cuyo nombramiento es enteramente responsable, así como de la instrumentación de los mecanismos necesarios de supervisión y control, hoy pasaron a ser las “mafias enquistadas”, sin que nadie explique cómo esos seres perversos pudieron ser designados y enquistados para esos cargos. Pero en todo caso, si está detenido el coronel vicepresidente de Comercio y Suministro de PDVSA como también el Superintendente Nacional de Criptoactivos, los tres mil millones no pueden estar muy lejos y debe, y tiene que ser posible recuperarlos. No puede ser que simplemente hayan desaparecido.

Al mejor estilo estaliniano hemos sido convocados a un espectáculo y para darle morbo al folletín, Nicolás Maduro no se privó de decir “más adelante se sabrán cosas repugnantes de la conducta moral de los detenidos.”

Aquí es obligatorio tocar el asunto de los escenarios previsibles a futuro. Si el caído en desgracia, Tarek El Aissami, presencia en silencio agradecido el desguazamiento de su equipo más cercano, todos sabremos que estamos ante una negociación realizada con anterioridad y que cada quien está interpretando su papel en el espectáculo. Si, por el contrario, Tarek El Aissami, o alguno de los “desguazables” se decide a dar su versión de los hechos, a lo mejor se encarata el asunto y habrá buenos que no sean tan buenos y malos que no sean tan malos y como estamos en tiempos de “caiga quien caiga”, como lo han asegurado muy importantes funcionarios del Estado venezolano, a lo mejor alguien se plantea que ya que estamos en tiempos de transparencia, nos digan la lista de las personas naturales y jurídicas, nacionales o extranjeras, que recibieron divisas preferenciales de quien, como el teniente Alejandro Andrade, confesó en el tribunal que le seguía juicio en el estado de Florida, haber levantado su fortuna personal de mil doscientos millones de dólares a punta de comisiones por entrega de divisas preferenciales.

De cualquier manera, persiste una interrogante que revolotea en las mentes de todos los venezolanos: ¿será esta situación el resultado de las luchas intestinas por el poder entre quienes formalmente lo detentan? ¿Serán estas las primeras piedras de una avalancha que apenas comienza?

En todo caso la pregunta que nos guía para evitar perdernos en el laberinto de nuevos escándalos, que está obligado a responderle al sufrido pueblo de Venezuela es: ¿Dónde están los tres mil millones de dólares?

Por la PCDC:

Gustavo Márquez, Héctor Navarro, Juan García, Oly Millán, Edgardo Lander, Santiago Arconada, Luis Mogollón, Ana Elisa Osorio y Roberto López.

Marzo, 2023

P.D.

Para tener idea de la dimensión de lo que está en juego, con los tres mil millones de dólares americanos (US$) que, según el gobierno, habrían sido robados solo en este episodio, uno de tantos que se han dado en estos años, se podría haber pagado un incremento salarial de 100 dólares mensuales por un año a dos millones y medio (2.500.000) de trabajadores del sector público.

Tomado de Aporrea.org

 

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Trabajadores y jubilados de la Cantv protestaron este 24-M para exigir sus derechos contractuales

25-03-23.-Trabajadores, pensionados, jubilados y familiares de sobrevivientes de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) protestaron este viernes frente a la sede principal ubicada al principio de la avenida Libertador en Caracas, para exigir a la empresa el cumplimiento de sus derechos contractuales.

Aseguran que “quedaron en pagar el primer trimestre y desde hace 9 meses no nos han pagado los reembolsos. Tampoco tenemos citas médicas, ni las medicinas. También nos quitaron el bono quincenal”.

Afirman además que no pagan los reposos: “Nos prometen y no nos cumplen”.

Una manifestante afirma “para mí, no hay ni cena”.

Otra protestante denuncia, “nos han quitado hasta el modo de caminar” mientras se reunía la asamblea de accionistas.

*Con información de las Web y RSS

 

Tomado de: Aporrea.org

 

 

 

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