Túnez: cuando Francia exporta sus teorías racistas

Por Eduardo Solier

En el contexto de la crisis económica, con un Estado al borde de la insolvencia y el comienzo de un desafío a su poder -que se ha vuelto autocrático desde su golpe constitucional del 25 de julio de 2021-, Kaïs Saïed, presidente de Túnez, hizo declaraciones que provocaron una ola de violencia racista en todo el país.

En un comunicado de prensa del 21 de febrero, Kaïs Saïed anunció medidas contra el “fenómeno de las oleadas de migrantes de origen subsahariano” . Considera que este fenómeno es una “acción criminal que se inició a principios del siglo XX  con el objetivo de cambiar la composición demográfica de Túnez” para, en definitiva, transformar Túnez “en un país africano y ya no en un país árabe y musulmán”. » . Además, el comunicado acusa a las “hordas de inmigrantes ilegales de realizar actos violentos, criminales e ilegales” .

Ofensiva racista dirigida por el Estado

Se trata ni más ni menos que de una versión conspirativa de la “teoría” del gran reemplazo popularizada por la extrema derecha francesa. Aquí se asocia a las acusaciones de aumento de la criminalidad atribuible a los inmigrantes “ilegales”. Y estas palabras están en contradicción con la ley contra la discriminación aprobada en 2018 por el Parlamento tunecino. De hecho, el racismo contra los negros en Túnez (y más generalmente en el Magreb) tiene una larga historia y sigue siendo sistémico. Esta ofensiva racista dirigida directamente por el Estado es, sin embargo, una novedad. 

Tuvo un impacto inmediato: decenas de migrantes se vieron acosados ​​por personas armadas. Algunos resultaron heridos y varios también denuncian violaciones. Los propietarios han echado a los inquilinos y cientos de personas acampan actualmente frente al Observatorio Internacional de Migraciones en Túnez. Algunas universidades y varias asociaciones solidarias han pedido a los nacionales de países subsaharianos que permanezcan encerrados en sus casas. Hay una atmósfera de miedo entre la población negra de Túnez.  

Guardia de fronteras de Europa

Los estados europeos han decidido utilizar a Túnez como guardia fronterizo y están financiando efectivamente la externalización de los controles. “Túnez habría interceptado así 29.000 operaciones de inmigración irregular en 2022, según el Foro Tunecino de Derechos Económicos y Sociales. Europa proporciona muchos recursos en la formación de guardacostas, incluidos 20 millones en formación y equipamiento. » 1

Estos hechos también coinciden con la detención de varios opositores políticos por parte de la policía “antiterrorista”. El uso del racismo y la represión se han vuelto a convertir en las técnicas básicas para mantener el poder de un presidente cuya legitimidad se desmorona rápidamente. A pesar de las prohibiciones y detenciones, se han producido manifestaciones en apoyo de los inmigrantes y contra el racismo, particularmente en Túnez, lo que demuestra que, incluso debilitada, la resistencia aún existe.

Tomado de Lanticapitaliste.org

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