Argentina- Declaración de Opinión Socialista: 8M- Día Internacional de la Mujer Trabajadora ¡Recuperemos la potencia del movimiento feminista con la mayor unidad e independencia de los Gobiernos!

6/3/23

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora surgió como un homenaje a todas aquellas mujeres que arriesgaron sus vidas por hacer cumplir sus demandas, luego de que Clara Zetkin, miembra de la Segunda Internacional y dirigenta del Partido Bolchevique, propusiera en 1910, en la Segunda Conferencia Mundial de Mujeres, su conmemoración.

Detrás del 8 de marzo, hay toda una historia de luchas y de revoluciones. El primer hito data de marzo de 1857, cuando las obreras textiles neoyorkinas salieron a las calles en medio de una huelga masiva para reclamar la jornada laboral de 10 horas, y porque ganaban menos de la mitad que sus compañeros varones (brecha salarial contra la que aún seguimos peleando); manifestación en la que fueron brutalmente reprimidas por la Policía. Medio siglo más tarde, también en marzo, 15.000 obreras irrumpieron nuevamente en Nueva York con la huelga de las planchadoras. Diez años después, en 1908, tuvo lugar el incendio de la Fábrica Cotton, donde murieron 140 mujeres en medio de una batalla con las fuerzas represivas, que estaban, como siempre, defendiendo la propiedad privada de los patrones.
Es decir que, en sus orígenes, el día internacional de la mujer trabajadora expresaba esa unidad de la lucha de las mujeres contra la explotación capitalista y contra la opresión patriarcal.

El movimiento feminista viene recuperando esas banderas de origen de la jornada. Su carácter internacionalista, anticapitalista, y también los métodos de lucha de la clase obrera, como la huelga, a partir de las huelgas feministas globales, huelgas productivas y reproductivas, que transformaron los 8 de marzo en nuestro país y en el mundo.

La deuda sigue siendo con nosotras/es

En nuestro país, el del Ni una Menos y la Marea Verde, las mujeres, lesbianas, trans, travestis, no binarias, trabajadoras/es, piqueteras/es, estudiantes, profesionales, migrantes, amas de casa, nos preparamos para volver a movilizarnos este 8 de marzo, porque (alerta spoiler) Alberto Fernández no le puso “fin al patriarcado”…

Y, una vez más, el rechazo al pago de la fraudulenta e ilegítima deuda con el FMI será una demanda irrenunciable del movimiento feminista. Porque no hay dudas de que la lucha contra este nuevo pacto de coloniaje y contra las dramáticas consecuencias sociales y económicas que ya está imponiendo, involucra al pueblo trabajador en su conjunto, pero, en este sistema capitalista y patriarcal, esa crisis se descarga con mucha mas fuerza sobre las mujeres y disidencias sexuales. ¿Por qué? En principio, porque las mujeres somos el 70% de las 18 millones de personas que hoy están por debajo de la línea de la pobreza en nuestro país y de les más de 5 millones de indigentes. Esas que protagonizan los piquetes y acampes, esas a las que el Gobierno les responde que “no habrá más planes”, para cumplir con los mandatos del pacto con el FMI, mientras las estigmatiza por luchar junto a sus hijes. Esas que bancan los comedores y llenan la olla cada vez con más dificultad.

En enero de este año que acaba de comenzar, hubo 22 femicidios y 50 intentos de femicidio, sin una sola respuesta estatal seria. Las políticas públicas necesarias para combatir en serio la violencia machista: dispositivos habitacionales y centros de asistencia integral a las víctimas de violencia en todo el país, abiertos 24 hs todo el año, con equipos interdisciplinarios, trabajadoras en planta permanente y con salarios acordes; que se garantice el acceso a la vivienda, al trabajo, las licencias laborales, la salud y la educación, requieren PRESUPUESTO, ese que está siendo destinado al pago de la estafa macrista con el FMI y no a salvar la vida de cientos de mujeres cada año.

Tampoco hay ninguna iniciativa genuina para alivianar las tareas de cuidado, a pesar de la propaganda oficialista sobre el tema. No se destinan recursos para crear jardines materno-paternales, espacios de cuidado de adultes, ni centros deportivos y artísticos. Los recursos, una vez más, se los llevan la fuga de capitales y el pago de la deuda al FMI y demás buitres.

Llevamos poco más de dos años del triunfo más espectacular de nuestra marea verde, pero la aplicación efectiva de la ley de IVE en todo el país, al igual que la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, y cada avance conquistado en el terreno legislativo, requiere PRESUPUESTO. Para la producción pública de Mifepristona, para garantizar la provisión de anticonceptivos gratuitos en todas las salas y centros de salud, y para la implementación de la ESI laica, científica y no binaria en todas las escuelas.

No se pone “fin al patriarcado” anunciándolo en conferencia de prensa o estampando la firma en una ley. El patriarcado es un ordenamiento social que sirve a la dominación capitalista. Y este nuevo pacto colonial, que somete a nuestro país al monitoreo directo del Fondo, solo puede reforzar esa dominación. Saqueando los bienes comunes, rebajando los presupuestos públicos, las ayudas sociales, los salarios estatales y trayendo más ajuste, tarifazos de servicios, reforma jubilatoria y mayor precarización laboral y de nuestras vidas.

Unidad feminista contra la avanzada fundamentalista

En diciembre de 2020, en plena pandemia, el movimiento feminista obtuvo un triunfo histórico: la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Esa conquista fue construida con décadas de lucha y, fundamentalmente, con la unidad alcanzada alrededor de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que logró hacer confluir a cientos de organizaciones y transformó al pañuelo verde en símbolo de la lucha por el derecho a decidir, sin reconocer fronteras.

Contra esa potencia de los feminismos reaccionan los sectores fundamentalistas y de las derechas más rancias, cuando agitan contra “la ideología de género”, para sostener el status quo patriarcal que nos condena a las mujeres al rol de reproductoras de la
mano de obra (pariendo) y de la fuerza de trabajo, a través de las tareas domésticas y de cuidado. Lo hemos visto con la persecución penal a la médica salteña; con Grávida, secuestrando a una niña que quería llevar adelante una ILE; o con sectores fundamentalistas movilizados para defender la revinculación de Arco Iris con su abusador.

De cara a este 8 de marzo, teníamos la oportunidad de reconstruir esa unidad del feminismo. Vimos nuevamente lo que somos capaces de hacer cuando estamos juntas y juntes con el caso de Arco Iris, cuando nos movilizamos todas y todes y frenamos la detención de su mamá y la revinculación con su abusador.

Con la convicción de la imperiosa necesidad de recuperar esa potencia del movimiento feminista unido en las calles, autónomo y combativo, nos dimos la política de recuperar y promover los espacios asamblearios, abiertos, horizontales, donde pudieran expresarse todas las demandas, discutirse democráticamente las estrategias, y alcanzar una síntesis para la acción común.

Lamentablemente, los sectores más afines al partido de Gobierno (NUM, las Centrales Sindicales, etc) dieron la espalda a la invitación a esas asambleas que fueron convocadas desde la Regional CABA de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y, objetivamente, paralelizaron los ámbitos de discusión y terminaron convocando a otra acción para el 8M.

Esa división debilita a los feminismos y es parte de la política de cooptación e institucionalización que el Gobierno se dio respecto del movimiento feminista, para limar su potencial revolucionario.

Las diferencias políticas, legítimas en cualquier movimiento, no pueden ser excusa para imponer este nivel de fragmentación. Para esta batalla por nuestras vidas y nuestros derechos, necesitamos un feminismo que esté en la calle, que recupere las banderas del internacionalismo, y sobre todo, de la independencia respecto de las instituciones del sistema capitalista y patriarcal, un movimiento autónomo y movilizado hasta cambiarlo todo.

Opinión Socialista 6/3/23

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