Guatemala – Mercedes Monzón: “La alternativa a los megaproyectos en España y Guatemala es la energía comunitaria”

Por Carlos Soledad

Mercedes Monzón Escobedo, es agrónoma guatemalteca, activista feminista y ecologista. Nació en ciudad de Guatemala, pero lleva 20 años viviendo en el pueblo de Santo Domingo Xenacoj, en el departamento de Sacatepéquez, un pueblo indígena Kaqchikel, ubicado en la región centro del país. En su pueblo, participa en una huerta comunitaria autónoma, donde además de sembrar, practica la crianza de animales, captación de agua y otras técnicas. Lleva ocho años trabajando en organizaciones sociales.

Además, Mercedes forma parte de Madreselva, una organización ecologista a nivel nacional que surgió en los años 90 tras los acuerdos de paz. Al inicio, la entidad comenzó trabajando en el fomento de áreas protegidas, y con el paso del tiempo, se centró en el acompañamiento a las comunidades que defienden esas zonas ya protegidas, sus aguas, ríos, manglares. Mercedes invitada, por la ONG Perifèries, ha atendido a El Salto como parte de su gira por el País Valencià.

Hola Mercedes, ¿Cómo realiza Madreselva su trabajo de acompañamiento?
Nuestro colectivo acompaña a muchas comunidades en todo el país. Yo trabajo en el área del K’iche, ahí, por ejemplo, apoyamos una resistencia anti-minera en Cerro Blanco Jutipa, que es una mina transfronteriza con El Salvador. También apoyamos comunidades en la costa sur de Guatemala que luchan contra las empresas de la caña de azúcar y por supuesto el caso emblemático de la defensa del río Cahabón, en el cuál avanzan los megaproyectos hidroeléctricos Renace y Oxec, en los que participa la transnacional española ACS, la cual privatiza tierras y agua a más de 30 mil personas, que nunca fueron consultadas. Debido a la resistencia contra la española ACS, cuyo dueño es Florentino Pérez, máximo accionista del Real Madrid, tuvieron preso al defensor del territorio Bernando Caal. En la Ciudad de Guatemala, hemos apoyado también la lucha contra el transporte de energía por medio de líneas de alta tensión que son muy agresivas para el medio ambiente. Por lo visto cerca de València tienen proyectos similares.

Normalmente, las comunidades nos solicitan asistencia sobre temas de defensa del territorio y nosotras apoyamos con asistencia legal y capacitaciones entre otras muchas cosas. Para nuestros acompañamientos utilizamos un manual de resistencia ecologista, que busca lograr el menor impacto en la criminalización. Por ejemplo, a Bernando Caal, lo acusaron de robar un cargador de móvil y por ello lo encerraron. A veces, también negociamos en la cámara de diputados, con diputados aliados de izquierda. Si hay que movilizar a la población, los ayudamos con los desplazamientos. En las comunidades estamos para compartir, no hacemos ayuda humanitaria, al contrario, somos críticas con esta forma de trabajar, la cual es más bien responsabilidad del Estado, por medio de política social.

Además de la resistencia contra los megaproyectos energéticos ¿qué modelo de energía promueve Madreselva?
Nosotras apoyamos las propuestas de las comunidades y las englobamos en la idea de energía comunitaria. Como el potencial hídrico en nuestra zona es muy potente, solemos hacer manejo integral de cuencas. Se construyen turbinas comunitarias o hidroeléctricas pequeñas, sin impactos ambientales significados y autogestionadas. Mi trabajo consiste en mantener estas hidroeléctricas con la restauración ecológica del entorno, para que siga fluyendo el agua y a la vez haya luz en las comunidades.

Sin embargo, este modelo de energía comunitaria está amenazado por el Estado guatemalteco. El modelo energético del Estado genera una presión muy grande al medio ambiente y su objetivo es principalmente generar capital para quienes están haciendo la inversión, internacional o de las élites nacionales, además, siempre lleva consigo violencia, cambio de estilos de vida y alienación al consumo. Los megaproyectos del Estado tienen como efecto colateral “ladinizar” a las personas indígenas, es decir, quitarles su cultura y convertirlas en urbanitas.

¿Cuál es el papel que está jugando el actual gobierno de Giamattei?
El Estado criminaliza activistas y a las organizaciones de las comunidades. Es una guerra constante, sobre todo de los últimos tres gobiernos, el de Otto Pérez Molina, que terminó con su encarcelamiento, luego el desastre de Jimmy Morales y ahora con Giamattei, con leyes que persiguen a los movimientos sociales. La SAT, por ejemplo, que es la agencia encargada de cobrar impuestos, sistemáticamente hace cuestionamientos a las organizaciones sociales para poder trabajar. Somos perseguidos, hemos recibido amenazas de muerte, nos quieren echar de donde vivimos. En cambio, el gobierno de Giamattei, les facilita a las empresas los estudios de impacto ambiental, las carreteras, lo que necesiten.

La Ley de Electrificación es un problema para la defensa del territorio. Esta beneficia a las dos grandes empresas distribuidoras que se reparten el país. Energuate tiene el norte y EEGSA el sur. Los departamentos con más potencial hídrico energético, son los que menos cobertura de energía tienen, el 50% aprox de la población no tienen luz. Las empresas de distribución no ven viable estas comunidades para el mercado, no las consideran rentables.

¿Cuál es el papel de las multinacionales españolas Iberdrola, ACS y BBVA que operan en Guatemala?
Muchas empresas extractivistas con un modelo ecocida están implantadas en Guatemala, además de las que mencionas, están por ejemplo la British Petroleum o la Goldcorp. Pero sin duda el escándalo más grande es el que ya mencioné de la empresa ACS, de Florentino Pérez. Muchas de estas empresas invierten en energías renovables hidroeléctricas. Los territorios más afectados son el Quiché y Alta Verapaz, donde se concentran los recursos hídricos para la energía renovable. También ha tomado relevancia “el caso de la alfombra mágica” en la que salió a la luz un caso de corrupción en la que el presidente Giamattei recibió dinero en efectivo enrollado en una alfombra para favorecer el expolio de la minera rusa Solway Investment Group.

¿Y los medios de comunicación?
Los tradicionales no cubren absolutamente nada, al contrario, le lavan la cara a las empresas y al Estado, ellos los manejan, no hay libertad de prensa, quien se sale de la olla, lo despiden, lo censuran y se terminan yendo a medios alternativos. A veces cubren la noticia, pero les dan un enfoque negativo, nos criminalizan, nos culpan de obstaculizar el desarrollo. Los medios alternativos son la única forma de comunicación donde se puede decir la verdad, de hecho ha habido un boom, porque los medios tradicionales no responden. Se hacen alianzas de medios alternativos muy interesantes. Medios como El Periódico y El Observador, son críticos con el Estado y son los más perseguidos.

¿Qué podemos hacer desde aquí para solidarizarnos con su lucha?
En València también se enfrentan a megaproyectos energéticos de igual magnitud. La alternativa a los megaproyectos en España y Guatemala es la energía comunitaria. Y desde aquí, es importante la fiscalización de las empresas que operan en nuestro territorio. También nos ayuda el apoyo económico, para dar soporte a la comunidad, para que los abogados pongan amparos. Bernardo Caal logró salir de la cárcel, gracias a que fue visible internacionalmente, estaban Amnistía Internacional, ustedes aquí en València, Alemania. Y aunque a el Estado guatemalteco le da igual la crítica internacional, por lo menos se limita un poco. Es importante difundir las historias.

Tomado de elsaltodiario.com

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