Venezuela- 15 de Enero Día del Maestro y la Maestra: Felicidades en su día!

 

 

Rubén Reinoso Ratjes*

El día del maestro y la maestra, es una efemérides especial, en la República Bolivariana de
Venezuela. Cada año se repite el ritual de “celebración” y “reconocimiento” de la labor docente.
Dicen los especialistas que una sociedad se mide por la forma como trata a sus niños y niñas sus
ancianos y ancianas y a sus maestros y maestras. El magisterio venezolano ha sido sinónimo de
lucha, constancia y compromiso con la Patria. Su labor constante, anónima y cotidiana
representa las raíces de una Patria y su fruto será más provechoso en la medida que la sociedad
sepa compensar su labor con estímulos y reconocimientos que vayan más allá de las
reivindicaciones materiales (justas y necesarias) que demanda una profesión que requiere
estabilidad material, y emocional, formación y condiciones sociales y culturales que le permitan
desplegar toda su creatividad para así formar una generación sana espiritualmente y
consustanciada con los valores patrios. La condición de posibilidad para que ese proceso se
desarrolle en armonía, pasa porque la Patria reconozca en sus maestros y maestras a los padres
y las madres de la Patria.

Luis Antonio Bigott y Argelia Laya representan los maestros y las maestras ejemplares en la
historia de magisterio del siglo XX, ellos con sus luchas y su práctica dejaron grandes enseñanzas
a las generaciones de venezolanos y venezolanas que tuvieron la fortuna de conocer sus
enseñanzas. Más allá de sus reflexiones y aportes teóricos este maestro y maestra se
distinguieron por tener una vida congruente con sus convicciones y dejaron en los que los
conocimos la enseñanza del ineludible rol ductor del maestro en el proceso de formación. La
vida de Luis Antonio y Argelia fue un ejemplo a seguir en la lucha por una Patria independiente,
justa e igualitaria. Ambos fueron baluarte en la constitución del movimiento de educación
popular y su claridad política y su aporte pedagógico constituyen un patrimonio fundamental en
el acervo cultural del magisterio venezolano.

Hoy después del Covid 19 y en el marco de una crisis civilizatoria es justo y necesario
preguntarnos ¿Cuál es el rol de los educadores en el desarrollo del país?. ¿Qué contenidos debe
tener la profesión/labor docente?. ¿Dónde poner los énfasis en materia educativa?

Las respuestas a estas interrogantes requieren un espacio más largo y eso no es posible en este
artículo; sin embargo, para sintetizar señalaremos que sólo es posible construir una patria
independiente si tenemos maestros y maestras que formen una generación con sólidas
convicciones morales y con un profundo amor a la patria, para ello es necesario que los maestros
y las maestras sean el centro de la política pública y la política social del Estado. Ello pasa por
dotarlos de herramientas materiales, pedagógicas y culturales que le permitan desplegar su
creatividad, su entusiasmo para que su desempeño se coloque en los más altos patrones de
excelencia, compromiso social y su conocimiento. Por otra parte, la profesión/labor docente
debe ser redefinida para construir una estética de su trabajo que estimule la inteligencia de
niños, niñas y adolescentes, su creatividad, a través del incentivo de la curiosidad. Hoy más que
nunca la profesión docente requiere una sólida formación estético-lúdica para dotar a los y las
estudiantes de herramientas que les permitan descifrar el bombardeo mediático a que somos
sometidos a diario por las tecnologías de información y comunicación, para ello, es
absolutamente impostergable desarrollar una sólida formación en lectura y escritura. La
enseñanza y el manejo del idioma no es “otra área de conocimiento” en el pensum de estudio y
no es una labor sólo de los maestros y maestras de lengua, es una tarea de toda la población en
la conformación de una sociedad de lectores. Una sociedad de lectores desarrolla una estética
del conocimiento que va más allá de una “mente escolarizada”.

El maestro y la maestra son formadores de conciencia. Conciencia Patria, de género, racial,
ecológica, social, espiritual y ello se construye con amor dedicación y entrega y ese esfuerzo es
posible, si, sólo si, los maestros y maestros son tratados por la sociedad como merecemos tratar
a nuestros niños y niñas.

El día del maestro y la maestra es una excelente oportunidad para demostrar con hechos
concretos que vale la pena construir una sociedad de justicia en donde sus maestros y maestras
son tomados en cuentas para así difundir el amor que la Patria necesita. El Libertador Simón
Bolívar señalaba que el mejor Gobierno es el que produce mayor suma de felicidad, de seguridad
y de estabilidad. Hagamos eso realidad con nuestros maestros y maestras y nos acercaremos
cada vez más al ideal del Patria que soñó nuestro Libertador.

Maestros y maestras felicidades en su día

*Rubén Reinoso Ratje:@rubenunexca: Rector de la Universidad Nacional Experimental de la Gran Caracas -. @UNEXCA_ve. 

Visitas: 6

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email